El 2020 ha sido el año más difícil para los hondureños debido a los efectos negativos de la pandemia del covid-19 y dos devastadoras tormentas tropicales que azotaron con fuerza al país, pero a la vez ha sido un año de lecciones importantes para reinventarse.
Así lo explica la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, quien insta a los tomadores de decisión a priorizar los temas fundamentales para un desarrollo inclusivo que reduzca los niveles de desempleo, pobreza y desigualdad que empeoraron este año.
¿Qué lecciones considera que ha dejado la crisis en materia económica?
Como positivo podemos mencionar que ha habido una caída en las importaciones superior al 15%, lo que ha permitido acumular divisas y de esta forma fortalecer el tipo de cambio. Asimismo, ante la adversidad, nuestros compatriotas que han migrado continuaron enviando remesas, de tal forma que las mismas en vez de disminuir, aumentaron.
Otro aspecto positivo es la capacidad de los pequeños emprendedores de adaptarse a las oportunidades de negocio que van surgiendo y de reinventarse.
¿En qué áreas se debe mejorar, según las deficiencias demostradas?
En vista de que los procesos de privatización que se han realizado en los sectores de educación y salud ha quedado reflejado el retroceso en estos sectores, debido a que los presupuestos que se les han asignado se han reducido en relación al PIB en la última década, por lo que las áreas a mejorar son fundamentalmente las de salud y educación; también el sector construcción.