TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con tan solo cuatro años de edad, él ya se estaba adentrando en el mundo de la velocidad, los saltos y la adrenalina de subirse en una motocicleta de motocross.
Han pasado 19 años de mucho esfuerzo, pero sobre todo, pasión que ahora comparte a través de su escuela CR2 MX School. Así es la historia de José María Reyes, el carismático corredor de motocross hondureño.
El catracho de 25 años de edad se ha destacado ganando campeonatos en competiciones locales y también internacionales como en Guatemala y Nicaragua.
Su amor por este deporte extremo se origina gracias a su padre, quien además de heredarle el gusto por el motocross, siempre lo apoyó y motivó en esta pasión por los vehículos de dos ruedas.
En una charla con EL HERALDO, José María, a quien también le conocen como “Chema”, contó que desde una corta edad sus padres notaban la gran afinidad que él tenía con las motocicletas, pues hasta tenía juguetes de estos automotores.
Cuando iba a visitar tiendas de motocicletas con su padre, él se quedaba fascinado y como todo niño, se subía en ellas, imaginándose como un piloto, pero debía despedirse con tristeza cuando ya era momento de salir del local. Sin embargo, jamás olvidará el regalo tan especial que le obsequiaron sus padres en una fecha tan importante.
“Me acuerdo de que para una Navidad fuimos los tres: mi papá, mi mamá y yo. Las motos estaban adornadas con luces y bien bonitas. Mi mami me cuenta que yo estaba llorando, porque quería una moto. A los días, yo desperté y la moto ya estaba en la casa”, relató.
Su alegría era tan inmensa que no pudo esperar más e inmediatamente decidió estrenar su nuevo “juguete”, una Yamaha Pewee 50, una motocicleta diseñada para niños de corta edad.
Para José, manejar su nueva motocicleta no fue difícil, pues ya contaba con una gran destreza desarrollada gracias a que sabía andar en bicicleta, pues él anhelaba que llegaría el día en que podría ser un corredor de motocross.
“Yo ponía en mi patio las rampas de madera porque yo saltaba en bicicleta cuando no tenía moto. Después dejé la bicicleta y empecé a saltar con la moto. Mi papá miró todo eso en mí y decidió apoyarme y gracias a Dios estamos aquí donde estamos”, destacó “Chema”.
Pronto se vendrían las competiciones de Reyes aun teniendo una corta edad. Eso le ayudó desde temprano a ser disciplinado con el deporte.
Su primera carrera recuerda que fue entre el 2003 o 2004, en una pista llamada “Terra Cross” que estaba ubicada en la carretera que conduce hacia el departamento de Olancho. En esa primera carrera, consiguió quedar en tercer lugar.
Años después, exactamente en 2007, tuvo su primera competencia fuera de Honduras, llegando al país vecino Nicaragua para participar en una carrera en la categoría 85-A.
“Me acuerdo de que estaba muy nervioso. No sabía si eran nervios o ansiedad en que la carrera iniciara, me preguntaba cómo me iba a ir”, dijo José. Al mismo tiempo, reconoció que en muchas ocasiones los deportistas explotan mucho la mentalidad de siempre ganar, pero indicó que es muy importante también saber perder para acumular aprendizajes y mejorar.
Montando su motocicleta y dando lo mejor de sí, ganó esa competencia, un enorme logro no solo para él, sino también para su padre, quien siempre ha estado presente en todos sus retos.
“Para mi papá era un gran reto estar viajando. Nos sentimos, pero sobre todo él, alegres por lo que habíamos hecho, por lo que llegamos a hacer en Nicaragua y haber formado un nombre en Honduras. Estas experiencias van sumando y formando al piloto”, resaltó.
Aunque uno creería que las mejores experiencias son solo aquellas que se traducen en triunfos, no siempre es así, pues el aprendizaje y ver cómo tanto tiempo de entrenamiento y dedicación traen frutos, deja una satisfacción tan enorme.
Es así como José recuerda muchas de sus carreras favoritas que tuvo en la pista “La Lomita” ubicada en la calle hacia el municipio de Valle de Ángeles, pero que dejó de estar disponible desde mayo de este año.
“Siento que jamás las voy a olvidar. Son competencias en las que tal vez he quedado de segundo o tercero, pero que me han costado. Creo que esas son las más significativas para mí porque me he esforzado bastante”, reveló el piloto.
También, comentó que sintió una gran satisfacción al ver que pudo correr con otros corredores que él admiraba cuando era adolescente, cuando se preguntaba si algún día llegaría a “nadar con tiburones” como lo eran ellos, sueño que pudo cumplir gracias a su pasión y disciplina.
De corredor a maestro
El haber iniciado en el motocross siendo un niño muy entregado con su actividad favorita, lo convirtió en un corredor muy habilidoso. En 2012, cuando José todavía era un adolescente, un padre de familia se acercó a él para consultarle si podía darle clases a su hijo, ya que quería que mejorara sus capacidades.
José mencionó que esto en cierta forma fue un reto, ya que no era lo mismo subirse en su moto y ponerla en marcha a tener que transmitirle el conocimiento a alguien más y de la mejor forma.
Durante las lecciones, José se percató de que tenía ese don de la enseñanza, la paciencia indispensable que debe tener un mentor, así como ese ingenio para buscar distintos métodos con el fin de que el aprendiz pueda aprender.
Entrenó por un año a ese primer estudiante, quien logró tener un muy buen desempeño gracias a los reforzamientos y enseñanzas de “Chema”. Esto hizo que muchas personas se abocaran a él para recibir clases, y fue en 2019 cuando decidió abrir la academia CR2 MX School, en la cual imparte clases a niños y adolescentes en pistas de diferentes lugares del país como en las ciudades de La Ceiba y Juticalpa, por ejemplo.
José explicó el significado del acrónimo que escogió para su escuela. La C y la R vienen de su apodo en las pistas “Chema Racing”; la R viene de “racing” y el número 2 es el que utiliza en las competiciones; MX es una abreviatura de motocross y School es la traducción en inglés de la palabra escuela.
Su conocimiento y su manera de impartir clases han hecho que construya un destacado perfil, entrenando a pilotos hondureños, guatemaltecos, nicaragüenses y colombianos.
Lo que se necesita para ser un corredor de motocross
José enfatiza que un corredor de motocross debe tener tres características fundamentales: disciplina, carácter y respeto.
Sumado a ello, nunca deberá faltar el equipo de protección, que va desde botas, el casco adecuado, rodilleras, pantalón, guantes y demás indumentaria, y más aún cuando la persona está comenzando a aprender este deporte debido a que son más propensas a tener alguna caída.
“Yo siempre inculco la protección a esas personas que vienen iniciando el mundo del motocross o que quieren iniciar en este mundo”, puntualizó.
Reyes recomienda empezar a practicar el motocross desde la niñez, pues a su criterio en estas edades son más aventureros, enérgicos y aprenden con más facilidad.
No obstante, aclaró que la edad no debe ser límites para aprender algo nuevo, siempre y cuando las personas reconozcan sus condiciones sin sobreexigirse.
Eso sí, Reyes subrayó que para dominar las técnicas del motocross se requiere de mucha constancia y compromiso en entrenar. “Para mí una persona que quiere aprender y viene ingresando en el mundo del motocross tendría que entrenar unas tres o cuatro veces por semana”, acotó.
Contrario a lo que muchos creerían, con el simple hecho de saber manejar una motocicleta tradicional no es del todo suficiente en un deporte exigente como el motocross, pues recalcó que es muy necesario tener una buena condición física y una dieta sana, como sucede con todos los deportes.
En ese sentido, el instructor de CR 2 MX School sugiere hacer ejercicios de resistencia, salir a correr, natación, calistenia y ciclismo, esto para fortalecer la capacidad del cuerpo, el tiempo que duran las competencias y entrenamientos.
A su vez, detalló que el motocross tiene varias ramas. Entre ellas destaca motovelocidad, enduro (el cual se practica en campo abierto, superando los obstáculos de la naturaleza); el cross-country el cual combina el motocross con el enduro, corriendo en circuitos que tienen obstáculos como troncos y pozas de agua, el trial y el freestyle, caracterizado por las acrobacias.
Además, las categorías se clasifican según el cilindraje de la motocicleta: 50, 65, 85, 125, en las que se inicia siendo niños y adolescentes; luego llegan las categorías con mayor nivel como lo son las 250 y 450.
Explicó que cada una de ellas tiene dos etapas divididas en A y B. Por ejemplo, si un niño está en la categoría 65-B, significa que es pre-experto y que a medida domine esta clasificación, pasará a la 65-A, que es el equivalente a experto en cilindraje de 65.
Para aquellos adultos que nunca estuvieron en las preparaciones anteriores y que nunca han usado una motocicleta, existe la categoría MX2C, destinada a novatos. Tras entrenar de uno a dos años y según su desempeño, se elevaría a la categoría MX2B y luego llegar a la MX2A.
Falta de apoyo, un obstáculo
Para José María el motocross es un deporte espectacular, pero lamenta que no tenga mucha visibilidad en Honduras. “A veces siento que ni como deporte nos toman. A veces sí se siente mal, porque es un deporte muy bonito, que además de que uno como piloto lo disfruta también el público”, señaló.
Y lo que dice “Chema” se refleja en las competiciones, en como aficionados del deporte van a observar a sus pilotos favoritos, a conocer a nuevos corredores, sienten la adrenalina del ambiente y disfrutan del espectáculo.
Si bien ha logrado competir a nivel internacional para representar a Honduras, confesó que es un tanto complicado debido a la logística que se necesita. De no ser por los patrocinadores, sería prácticamente imposible poder competir a nivel internacional, pues no existe ningún apoyo gubernamental.
Muestra de ello, es que José junto a otros compañeros planean competir en el torneo de Motocross de las Naciones Latinoamericanas que se desarrollará en noviembre, competición en la que participan corredores de diferentes países de Centroamérica y Sudamérica.
A falta de apoyo del Estado, José y sus compañeros ya están pensando en maneras para recaudar fondos, como hacer rifas y ventas de camisetas, mientras que en otros países como Guatemala, sí se les da apoyo, afirma José.
En el caso de las pistas de motocross en Honduras, es gracias a los clubes de cada sector que se aporta para dichos circuitos estén en buenas condiciones. José aseguró que no hay pistas en malas condiciones, pero declaró que los fenómenos naturales las deterioran. La reconstrucción de estos circuitos resulta en un impacto económico solo para los clubes.
A pesar de ello, el amor por este deporte les da fortaleza para vencer los obstáculos y seguir practicándolo.
Es por ello que José “Chema” invita a los hondureños adentrarse al mundo del motocross y disfruten de la intensidad de este deporte extremo.
Quienes quieran contactar a José María Reyes para saber más información sobre sus clases lo pueden hacer escribiéndole en su página de Instagram cr2mxschool y en la página de Facebook Chema Racing MX.