TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Los delincuentes están en el gobierno y usan traje. Yo solo agarro mi moto, mi casco y vengo a distraerme, pero la gente no mira eso”, sostuvo uno de los integrantes de un grupo de bikers antes de iniciar la entrevista con EL HERALDO.
Eran alrededor de las 3:55 de la tarde, y el punto de taxis de las afueras de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se convirtió en el centro de encuentro donde muchos jóvenes asistieron para practicar sus acrobacias en sus motocicletas.
El equipo periodístico se acercó al grupo de “Los Stunt”, y aunque se les anticipó sobre la entrevista, inicialmente se negaron a ser filmados, pues argumentaron tener un poco de miedo a posibles sanciones o represalias al hacer sus entrenamientos y acrobacias en un espacio público no destinado para este fin. Finalmente, accedieron a que las cámaras grabaran lo que pueden hacer con sus motocicletas.
“Tápale el número de la placa, que luego me la miran los ‘chepos’ (policías) y me la van a decomisar”, dijo entre risas, recordando una de sus vivencias, otro de los jóvenes.
Para muchos esto podría considerarse como un acto de “vandalismo” y “delincuencia”, pero para Pablo César Hernández Agurcia es su forma de divagar su mente y no pensar en otras cosas.
“Yo he escuchado que dicen que somos delincuentes y que hacemos esto para andar haciendo cosas malas. Pero la verdad que esto es como un entretenimiento para nosotros, solo nos llevamos aquí. No molestamos a nadie”, reflexionó.
El día de la cita con este rotativo, Pablo, un joven alegre y muy elocuente, usaba una camiseta negra manga larga por debajo de una camisa escotada y una gorra roja bajo su casco. También usaba una calzoneta, que dejaba sus rodillas al descubierto, lo que podría ser riesgoso en caso de una caída sobre el pavimento. Él lo sabe, pero destacó que es consciente al proteger su rostro y su cráneo con un casco adecuado.
Precisamente, el uso del casco correcto es uno de los consejos que estos jóvenes apasionados por las acrobacias intentan transmitir a los nuevos integrantes del grupo, quienes se acercan en busca de diversión y distracción, pero también esperando encajar en un equipo que vibra en la misma sintonía.
Mientras Pablo continuaba hablando con EL HERALDO, otro joven que lo acompañaba, identificado como Moisés Carrasco, comenzó a hacer una demostración.
“Dele ‘Tano’ (un apodo que sus amigos le pusieron), usted puede. Usted sabe cómo es la cosa, cómo es el vacile”, dijeron para incentivarlo a lucirse frente a las cámaras, para deleite de los periodistas y del público que comenzaba a llegar para observar el show.
Antes de la demostración, a los ‘bikers’ se les tuvo que explicar el motivo de la campaña “Ruede seguro, no hay prisa que valga su vida”, pues mencionaron que al ser vistos “wheeliando” -término que se usan para referirse a las acrobacias que hacen- han sido criticados tras algunos videos difundidos en redes.
“Normalmente, a la gente le molesta que nosotros estemos acá. Nos ponen denuncias de que nosotros estamos haciendo relajo en la calle, lo que puede conllevar un accidente, entonces a los policías no les gusta que estemos en la calle. Aquí estamos bien (refiriéndose a los estacionamientos de la UNAH), pero igual, siempre entran y nos piden los papeles de la moto”, comentó Carrasco.
Una vez convencido, aunque un poco nervioso al ser su primera vez en cámaras, ‘Tano’ comenzó su demostración realizando este tipo de acrobacias.
De igual forma, para sumergir a los periodistas en su mundo, los entrevistados contaron que son muchos los jóvenes que integran clubs de ‘bikers’ y todos se cuidan como una manada.
Los grupos son diferentes, pues suelen asistir a competencias en algunos puntos del país, pero su amor por este deporte no distingue equipos. “Tenemos un grupo, se llama ‘Talento Stunt’ y hemos llevado a varios amigos. Ellos van a practicar”, contó.
Y aunque afirman que en las calles son catalogados como vándalos, también aseguran tener un propósito: “Nosotros hacemos noches benéficas para ayudar a personas de escasos recursos”, mencionó Moisés.
Sus comienzos en el mundo “stunt”
De una manera empírica y más a lo “callejero”, como ellos lo llaman, este deporte extremo se ha vuelto una forma de distracción para muchos hondureños, pues sostienen que prefieren divagarse de esta manera, antes que recaer en los vicios u otros comportamientos dañinos.
La idea es crecer “tenés el ‘rigio’ (ganas) de ser mejor cada día. Todo es como una competencia, pero siempre nos mantenemos con humildad” dijo entre la plática Moisés Carrasco.
Reconocieron que en algunos casos, el uso de medidas de seguridad pasa a segundo plano cuando ya se tienen varios años de experiencia en motocicleta, “pero igual nunca falta que otra persona se le cruce y que provoque el accidente, por eso usamos (protección)”.
Y aunque reconocen que la mayor parte del tiempo la sensación de adrenalina se apodera de ellos y al dejarse llevar podrían cometer imprudencias, afirman que la culpa no siempre recae en los amantes de las motos. También los conductores de automóviles protagonizan trágicas historias al irrespetar a los motociclistas.
“Cuando uno viene empezando caminamos excitados para que la gente nos mire, es ahí cuando uno fracasa. Uno va metido en su rollo y no nos percatamos de que alguien pueda venir”, dijo uno de los jóvenes, reconociendo que no es una acción que deba replicarse.
Las cifras analizadas por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus indican que el promedio diario de accidentes en motocicletas va en aumento en Honduras. Hasta el 30 de junio de 2024 se registran 15 accidentes diarios.
“Tano”, fue una de las víctimas de esas cifras, pues relató que hace aproximadamente dos años él iba en su carril sobre el anillo periférico, en las cercanías de una empresa de lácteos, cuando en un intento por librarse de ser arrollado por un vehículo, otro segundo conductor le “tiró” su carro, provocando que el motociclista cayera al piso.
Afortunadamente, sus amigos, quienes se dirigían a una noche benéfica junto con él, le ayudaron a levantarse.
Piden que sea normalizado como cualquier deporte
Comparando este deporte con el fútbol, pues argumentó que en ambos se corre el riesgo de sufrir lesiones y quebraduras, Kevin Núñez, otro joven amante del stunt, explicó algunas de las ventajas y desventajas que ha tenido tras involucrarse en el mundo de los ‘bikers’.
“No es nada malo lo que se hace. La gente lo toma como desventaja, porque piensan que es un peligro y que pueden pasar cosas malas o algún accidente. Lo toman a mal porque hay gente que viene empezando y quiere andar como los que ya pueden”, enfatizó Núñez.
El joven sostuvo que todo depende de la práctica constante, pues ninguna habilidad nace o se aprende de la noche a la mañana.
Pero para profesionalizarlo, indicaron que hace falta espacios ideales para su práctica, en donde no representen un peligro para los peatones y tampoco se vean amenazados por la imprudencia de otros conductores.
“Es un deporte que tiene que salir del tabú, por decirlo así. Porque algunas personas lo toman a mal, pero otras suelen apoyarlo. La gente tiene unos estereotipos bien raros. No sé por qué, a veces solo porque mira a una persona en moto y hace eso (refiriéndose a los actos de vandalismo), pero la verdad es que no todos son así”, recalcó.
