¿Se puede introducir a los niños en el mundo del motociclismo con seguridad?

A través de la campaña “Ruede seguro”, se han expuesto los diferentes peligros del uso irresponsable de las motocicletas, pero también cómo la seguridad hace la diferencia

EL HERALDO en entrevista con algunas familias, logró obtener opiniones sobre el tema que, aunque es controversial para muchos, consideran que el apoyo de los padres influye en la seguridad de los menores.

mié 31 de julio de 2024 a las 10:50

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- ¿Qué hacer cuándo un niño siente fascinación por las motocicletas? Algunos padres optan por intentar desvanecer esas ideas en él o esperar a que con el tiempo su deseo de incursionar en el motociclismo cambie, pero otros deciden impulsarlo desde temprana edad, pues no descartan que con el tiempo se convierta en un reconocido motociclista, ganador de premios en el motocross.

Así le pasó a José María Reyes, conocido de cariño como “Chema”, quien es un destacado hondureño campeón de motocross en su país y en naciones hermanas como Guatemala y Nicaragua.

El joven de 25 años contó en entrevista con EL HERALDO que su pasión por el vehículo de dos ruedas comenzó desde muy pequeño y fue su padre su principal impulso.

$!José María Reyes tiene 19 años de practicar el motocross, sin perder la pasión que se originó desde que era niño.

“Yo ponía en mi patio las rampas de madera porque yo saltaba en bicicleta cuando no tenía moto. Después dejé la bicicleta y empecé a saltar con la moto. Mi papá miró todo eso en mí y decidió apoyarme y gracias a Dios estamos aquí donde estamos”, destacó “Chema”, quien hoy es director de una escuela de motocross en Honduras, donde tiene alumnos de todas las edades.

Como “Chema”, muchos niños sueñan con convertirse en grandes motociclistas, pero la falta de apoyo familiar, falta de espacios adecuados y el conocimiento en medidas de seguridad los llevan a fracasar al intentar incursionar en este mundo por su cuenta.

Datos en poder de la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) establecen que desde el 2013 al primer semestre del 2024 se registraron 1,259 incidencias con menores desde 0 a 17 años. De estos, 312 murieron y 645 resultaron lesionados.

Esta alarmante situación fue la que hizo dudar en un inicio a los padres de Liliana (nombre ficticio) cuando se percataron que entre las opciones de juego para su hija no figuraban las muñecas, el fútbol u otra actividad, sino las motocicletas.

Colocar un trozo de plástico en las llantas traseras de su bicicleta provocaba un sonido similar al de la motocicleta. Era la máxima adrenalina para cualquier niña, pero algo mínimo para Liliana.

La pequeña soñaba con subir a una motocicleta y ser ella misma quien pudiera conducirla. Sus padres intentaron inculcarle el gusto por el karate, el baile, el fútbol o la natación, pero fracasaron.

Como última opción para ellos, pero la principal para Liliana, decidieron apoyarla para aprender a andar en una motocicleta.

“Mientras a ella le guste, yo la apoyo. Su papá a veces es bien alcahuete, la pasa llevando a todos lados, le ha comprado todos los equipos, porque si la vamos a apoyar en algo extremo, también la vamos a cuidar”, dijo la madre de Liliana a este rotativo, mientras su hija recorría una y otra vez en su pequeña moto un tramo del estacionamiento frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), un espacio que es usado por los ‘bikers’ para practicar.

“Tuve caídas como en cualquier otro deporte, pero mi pa’ (papá) siempre estuvo conmigo. Él me limpió cada raspón. Él sabía que eso iba a ser seguido y nunca dejó de ayudarme. Creo que eso deberían de hacerlo todos los padres y no solo con este deporte, sino con todos”, dijo de su lado Liliana, de 12 años.

$!La seguridad de los menores es la principal preocupación de los padres, por lo que deciden asistir a los lugares donde realizan estas actividades y vigilarlos de cerca.

Un caso similar ocurrió con Briani, una menor de 11 años que cuando le comunicó a su madre la pasión que sentía por las motos, recibió el apoyo de su progenitora, de sus tíos, primos y principalmente, de su abuela.

Precisamente es doña Deysi, la abuela de la menor, quien la acompaña a todas sus prácticas, vigilando cada decisión que la menor toma desde el manubrio de su pequeño vehículo de dos ruedas y alentándola para tener cuidado y protegerse bien.

“Me gusta ver a mis nietos que vengan aquí a ver este deporte. Ellos lo están aprendiendo”, dijo Deysi en compañía de varios de sus descendientes.

$!La familia de Murillo llegó hasta la UNAH a presenciar a la pequeña Briani. Comentaron que acostumbran asistir casi todos los fines de semana.

En ambos casos, los responsables de las menores aseguran estar pendientes de que las niñas en cada práctica usen un casco de su talla y que esté certificado, además de rodilleras y otros implementos de seguridad. De igual forma, se percatan de que no excedan los límites de velocidad, impulsadas por la adrenalina del momento.

¿Dónde practicar?

Los familiares de los niños y adolescentes que practican en las afueras de la UNAH coinciden en que no hay espacios gratuitos y seguros donde los menores y los jóvenes puedan aprender este deporte y reconocen que la manera en la que se encuentran en este momento no es la forma correcta de introducirse en el mundo ‘biker’.

A través de la campaña “Ruede seguro, no hay prisa que valga su vida”, instaron a las autoridades municipales a crear espacios adecuados para que quienes disfrutan de las motocicletas, como un deporte más que como un medio de transporte, se formen adecuadamente desde temprana edad, conociendo las medidas de seguridad, las normas de tránsito y la manera correcta de andar, pues afirman que a mayor educación, menos incidentes qué lamentar.

$!Foto de 2021 de José María “Chema” con sus alumnos de motocross en La Ceiba.

El experto en motocross, José María Reyes también recomienda empezar a practicar desde la niñez, pues ,a su criterio, en estas edades las personas son más aventureras, enérgicas y aprenden con más facilidad, pero recomienda que quienes deseen aprender lo hagan en espacios adecuados y con personas certificadas, capaces de instruirles en cada etapa de formación y de enseñarles cada detalle del vehículo que manejan.

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