TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque la Ley de Tránsito establece que los motociclistas deben ocupar un espacio en el carril, tal y como lo haría un automóvil de cuatro o más ruedas, hay conductores de vehículos que se molesta al verlos avanzar delante de ellos, por lo que buscar acelerar para rebasarlos o los presionan para ceder el paso. Esta y otras formas de irrespeto a los usuarios de motocicleta ocurren en Honduras.
Un total 27,084 accidentes de motocicletas en Honduras se registran de 2013 a junio de 2024, según la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT), donde muchos de ellos son provocados por la falta de empatía de los automovilistas.
La vulnerabilidad de los motociclistas en comparación con los automóviles es evidente por la diferencia de ambos vehículos y es por ello que es crucial que los conductores, tanto de automotores livianos o pesados, tomen conciencia de la importancia de respetar a quienes se desplazan en moto.
A diferencia de los conductores de automóviles, quienes cuentan con una carrocería que los protege, los motociclistas están prácticamente expuestos en caso de accidente. Un pequeño toque o descuido puede resultar en una caída grave, con consecuencias -en su mayoría- fatales.
Además, las motocicletas son menos visibles en el tráfico. Su tamaño más pequeño en comparación con otros vehículos y su capacidad de maniobrar rápidamente entre los carriles pueden hacer que los conductores no las vean a tiempo, aumentando el riesgo de colisiones que le quiten la vida a un padre, madre o hijo o hasta una familia completa como se ha registrado en los últimos años.
En un país donde las normas de tránsito parecen ser ignoradas, la generación de conciencia entre conductores es cada vez más urgente para evitar los siniestros y por ende, salvar muchas vidas.
Ciudades como Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Progreso, La Ceiba, entre otras, reportan un tráfico cada vez más complicado y caótico, donde los conductores se vuelven rivales en la lucha por llegar primeros a sus destinos.
Las motocicletas deben ser vistas como un vehículo más en las calles, por lo que sus conductores, al igual que los motoristas de los automotores de cuatro o más ejes, merecen respeto al momento de desplazarse.
El respeto mutuo que ambos conductores se deben dar no solo es una cuestión de cortesía, sino una necesidad vital para reducir la alta tasa de accidentes. La conciencia vial debe ser promovida entre todos los usuarios de la vía, desde conductores de vehículos hasta peatones.
Malas prácticas de vehículos: detonantes de accidentes
Para empezar a tener una mejor conciencia del problema es poner en prácticas algunas acciones que pueden proteger la vida, tanto de los conductores de vehículos livianos y pesados como los de dos ruedas.
Por ejemplo, muchos conductores de automóviles no respetan el espacio de los motociclistas, cambiando de carril sin utilizar la vía de derecha o izquierda, cerrándoles el paso, lo que pone en riesgo constante a quienes conducen motos y en el mayor de los casos, terminan en fatídicos accidentes viales.
Los conductores suelen subestimar el espacio necesario para que una motocicleta circule con seguridad y tienden a acercarse demasiado, reduciendo el margen de maniobra del motociclista, lo que hace que puedan perder equilibrio.
Esto provoca que el motociclista tenga que realizar maniobras repentinas y hasta bruscas que pueden resultar en una colisión, especialmente en situaciones de tráfico pesado.
Asimismo, los motociclistas son mucho más difíciles de detectar en los puntos ciegos en comparación a un vehículo, debido a su tamaño reducido. Sin embargo, muchos conductores no se toman el tiempo necesario para revisar estos puntos antes de cambiar de carril o girar y lo realizan de manera hasta imprudente.
En caso de no realizar esta revisión, el conductor de vehículo puede golpear o cerrar el paso a un automotor de dos ruedas, provocando un accidente que podría ser fácilmente evitable.
Del mismo modo, en situaciones de tráfico congestionado, es común que los motociclistas intenten avanzar entre los vehículos detenidos, por la izquierda, como permite la Ley de Tránsito. Sin embargo, algunos conductores bloquean intencionalmente el paso, ya sea cerrando espacios o moviéndose agresivamente hacia el motociclista, con el fin que “también espere en la fila”.
Esta actitud que adoptan los conductores no solo es descortés, sino que también crea un ambiente hostil en la carretera propenso a un mortal accidente. Además, confrontaciones innecesarias entre conductores y motociclistas, como es tan común ver en las redes sociales o la televisión.
Otra de las situaciones en donde no existe conciencia vial por parte de los conductores de automotores de cuatro ruedas es que en los múltiples cruces e intersecciones, es usual que los conductores de automóviles no respeten la prioridad de paso de los motociclistas, especialmente cuando estos circulan por carriles o intenten girar hacia alguna dirección.
Por si fuera poco, los automovilistas en el país tampoco miden su comportamiento o manera de conducir en condiciones climáticas adversas, como lluvia o neblina, lo que aumenta el peligro para los motociclistas.
Conducir demasiado rápido o no mantener la distancia adecuada en días lluviosos puede ser fatal para quienes circulan en motocicleta y la mayoría de las muertes son por este factor.
En esos momentos hay que recordar que si las condiciones de la carretera ya son un reto para los motociclistas, la falta de precaución por parte de los automovilistas hace más propenso el riesgo de accidentes.
Consejos prácticos para respetar a los motociclistas
Para mejorar la conciencia vial y reducir los accidentes que involucran motociclistas, es crucial un cambio de actitud entre los conductores de automóviles.
Este cambio puede promoverse a través de la educación vial, campañas de concientización y el cumplimiento estricto de las leyes de tránsito, que muchas veces se pasa por alto por ambos conductores.
Unos de los primeros consejos para poner en práctica para evitar accidente es ceder el paso en intersecciones, cruces y al incorporarte a una arteria principal como carreteras abiertas o anillo periférico, siempre el conductor de vehículos debe ceder el paso a los motociclistas si es necesario.
No se debe adelantar en situaciones de riesgo cuando se está cerca de un motociclista, ya que esto puede provocar accidentes.
Siempre mantener la calma e intentar salir con tiempo suficiente al momento de conducir, es muy importante mantener la calma y sobre todo no bloquear el camino de los motociclistas o acelerar bruscamente para evitar que pasen, porque lo única que hace es propiciar que usted mismo y el motociclista sufran un accidente.
Es de vital importancia respetar el carril en el que se conduce, no debe invadir el carril de un motociclista, incluso si parece haber suficiente espacio, debido a que también necesitan todo el carril para maniobrar con seguridad.
Es recomendable que el conductor de automóvil esté más atento a condiciones de lluvia, viento fuerte o mal estado de la carretera, los motociclistas son aún más vulnerable, por lo que lo mínimo que se puede hacer por ellos es mantener la distancia y reducir la velocidad con el fin de darles espacio.
También una de las reglas de oro es revisar los puntos ciegos de las carreteras al momento de cambiar de carril o girar, evitando así gran parte de los accidentes entre carros y motos.
De igual manera, se puede promover la conciencia vial en programas educativos que brinden información sobre la seguridad de los motociclistas, campañas de concientización pueden recordar a los conductores la importancia de respetar a los motociclistas o involucrar a motociclistas y automovilistas para compartir su testimonio y aprender de otros.
Las malas prácticas de los conductores de vehículos en relación con los motociclistas son un problema muy recurrente que requiere atención inmediata de todos.
Respetar a los motociclistas no solo es un deber moral o de cortesía, sino también una obligación legal que puede salvar vidas.
Al tomar conciencia de estas malas prácticas y aplicar los buenos consejos, los conductores pueden contribuir a crear un entorno vial más seguro y respetuoso para todos.
