Honduras

17 hondureños náufragos serían repatriados este fin de semana

Canciller Arturo Corrales afirma que están empeñados en traer sanos y salvos a todos los connacionales que resultaron afectados en el incidente.

07.04.2014

Los 17 hondureños que se salvaron de morir en el naufragio del crucero 'Costa Concordia' , ocurrido en Italia el viernes pasado, podrían ser repatriados este fin de semana.

Así lo dio a conocer Jorge Saybe, representante de la compañía naviera que contrató a estos connacionales para laborar en diferentes departamentos de esta embarcación.

Sin embargo, todo depende de la rapidez con que se les emita la documentación necesaria para viajar.

Saybe empeñó ayer su palabra en torno a correr con todos los gastos de la manutención y traslado de los compatriotas que se encuentran en el hotel De la Ville, en la comunidad de Sorrento, Italia.

El empresario explicó que están en comunicación con la embajada de Honduras en Italia para facilitar la emisión de los pasaportes o, en su defecto, de los salvoconductos para viajar de regreso a Honduras.

El número de muertos del naufragio del crucero Costa Concordia, ocurrido el viernes delante de la isla italiana de Giglio, aumentó ayer a 11, cuando se encontraron otros cinco cadáveres, mientras otras 22 personas siguen desaparecidas.

Entre tanto, las autoridades judiciales de Italia han determinado dictarle auto de prisión preventiva al capitán del barco, Francesco Schettino, que podría recibir una pena de hasta 15 años por considerarlo culpable del delito de homicidio culposo múltiple.

Fuentes próximas a la investigación que citan los medios italianos aseguran que Schettino tendrá que someterse a pruebas toxicológicas.

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Actúa la Cancillería

El canciller hondureño Arturo Corrales declaró ayer que los oficiales acreditados en la oficina diplomática en Roma, Italia, han asumido el rol de proteger y ofrecer toda la seguridad a los connacionales.

'Desde el mismo momento que supimos de esta información, el personal de la embajada se trasladó al lugar donde están los connacionales, lo que demuestra que nuestro equipo cumple su función', aseguró Corrales.

Entre tanto, los hondureños están a la espera de una resolución definitiva sobre la forma en que les solucionarán el problema de su identificación.

Los connacionales han expresado que no desean un salvoconducto porque tiene una vigencia de pocos días, mientras que un pasaporte tiene una duración de cinco o diez años.

'No queremos ir a Honduras sin documentos y comenzar de cero, porque ya sabemos cómo trabajan para darnos una identidad y no digamos un pasaporte, eso nos atrasaría y tenemos que cumplir nuestros contratos e irnos sin papeles implicará que se nos dificultaría volver a la empresa a trabajar', dijo uno de los sobrevivientes.

Giselle Canahuati, encargada de la sección consular de la embajada de Honduras en Roma, declaró que movilizarán a los compatriotas hasta que se garantice que se les respetarán todos los derechos laborales.

Testimonio de los sobrevivientes catrachos

Había angustia

Las historias de los hondureños sobrevivientes del naufragio del crucero Concordia no son aptas para cardíacos.

Gumercindo Cruz contó que 'fue una angustia grande, que nunca la había tenido, tengo muchos años en la compañía y nunca había pasado por esto, vivimos mucho pánico porque evacuar a tantas personas era difícil'.

Este catracho comentó que para fortuna de todos los tripulantes el barco naufragó cerca de las costas, como a unos cien metros, lo que facilitó que algunos de los turistas decidieran nadar hasta la orilla y buscar un refugio más seguro.

Vimos la muerte

Francisco García Pineda, originario de San Pedro Sula, relató que 'es una situación difícil, es un milagro y por el poder de Dios pudimos sobrevivir con una situación bien tremenda que no tiene mucha explicación. Cuando estábamos en la situación difícil no sabíamos nada, ni en qué momento íbamos a abandonar el barco, y sentíamos una agonía, mirábamos la muerte y ya como a la hora y media comenzaron a decir (que abandonaran), pero ya el barco iba a caer', detalló.

García Pineda tiene 23 años de trabajar con la naviera Costa Croicere y afirma que 'han dado la cara como se debe'.

Fue feo lo vivido

Yovany Padilla compartió que fue terrible toda la experiencia, pero 'estamos vivos gracias a Dios, estamos sanos y salvos; de los tripulantes solo son dos peruanos los que no han aparecido, fue muy feo lo que vivimos'.

'Le quiero decir a mi familia que estoy bien, que no se preocupen, que nos han atendido, que nos están ayudando y no hay ningún problema, solo estamos esperando que nos llegue todo para irnos para Honduras'.

Las órdenes, cuenta este compatriota, eran darle la prioridad al pasajero para que pudiera salir sano y salvo y, por último, al personal de la tripulación.

Un estruendo

German Martínez, oriundo de El Porvenir, San Manuel Cortés, declaró que se encuentra bien de salud después de que 'he pasado una experiencia terrible en la nave Concordia'.

'Yo sentí que el barco se me fue de lado y en ese momento se fue la luz. Se oyó un estruendo, salí a la carrera y tomé un chaleco salvavidas en busca del punto de reunión de las lanchas'.

De acuerdo a lo que relata este connacional, las atenciones están a la altura, pero tienen el problema de no contar con los documentos para viajar y están sin 'ningún cinco en la bolsa'.