TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El motor del trencito del Ferrocarril Nacional todavía ruge en algunos tramos de los legendario rieles que han quedado en el Caribe hondureño.
Los turistas que llegan en busca de aventuras y a disfrutar de la flora y la fauna del refugio de vida silvestre Cuero y Salado, que se ubica entre los municipios de La Masica, San Francisco y El Porvenir, en Atlántida, pueden usar este antiguo medio de transporte.
La pequeña locomotora cuenta con la cabina del conductor pequeños vagones con asientos donde la gente va disfrutando de la naturaleza, las plantaciones de palma, el ganado y las garzas. El informe de la evaluación física y financiera del Ferrocarril Nacional establece que sigue activo, pero sus ingresos no cubren los gastos de funcionamiento.
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Unos 30pasajeros viajan en los vagones que han quedado de el trencito. |
Transporte
El informe establece que al cierre de 2018 se trasladaron a 18,699 pasajeros de los 17,000 que se habían fijado como meta, aumentando un 10% de lo programado.
El recorrido que realiza el tren comienza en la estación de tren El Bambú, en el sector de la Unión y recorre unos nueve kilómetros hasta llegar el centro de información de Cuero y Salado.
El informe del portal de transparencia del Ferrocarril Nacional indica que este servicio ha tenido una gran aceptación entre los turistas nacionales y extranjeros que llegan a la zona. También es el medio de transporte para los pobladores de las comunidades aledañas a la línea férrea.
A pesar de ello su operatividad sigue siendo un gasto, de acuerdo al documento, ya que los ingresos corrientes son de 10.6 millones de lempiras y gasta 14 millones en operar. Lo anterior quiere decir, en base a la publicación, que tienen un superávit negativo de 3.3 millones de lempiras.
A lo anterior se suman los gastos de deprecación de activos fijos, que suman 810,321 lempiras, haciendo un total de 4.1 millones de lempiras en déficit.