TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La bancada del Partido Liberal no sale de una crisis interna para entrar en otra.
Un nuevo roce entre Mario Segura, presidente de la bancada, y el parlamentario Mauricio Villeda provocó una lluvia de opiniones. Unos por un lado acusan de una gestión parcializada con Libre de Segura, mientras otra facción defiende su accionar al frente de la jefatura.
El último hecho que ha fraccionado en dos bandos a la bancada de 22 diputados lo originó el señalamiento de Villeda de que algunos miembros usan este instituto político como caja de resonancia del Poder Ejecutivo dentro del Congreso.
“Yo creo que en ese sentido es inocultable. Lo que ocurre es que a veces se tiran líneas y cuando se tiran líneas que van en contra del progreso, la democracia y el mismo partido no hay que plegarse a ellas”, cuestionó Villeda.
Recordó que “la autoridad, es decir el jefe de la bancada (Mario Segura) ha dicho varias veces que es amigo íntimo del expresidente Zelaya y su esposa y al Partido Liberal se le está utilizando como una caja de resonancia del Poder Ejecutivo”, insistió el parlamentario.
Piñata de fotos
Villeda cuestionó además la falta de transparencia en el manejo de fondos que son asignados por el CN a cada bancada. Según dijo, se desconoce cuánto fue el monto otorgado y en qué fue utilizado el dinero repartido a través de los titulares de las cúpulas políticas.
En disenso a los cuestionamientos, la diputada liberal Kathia Crivelli apuntó que “creo que anda mal que dice que nos relegamos al gobierno, cuando él (Villeda) fue presidente del Consejo Central lo mismo decían, lo que pasa es que uno de diputado tampoco puede decirle no a todo”.
El PL está dividido en dos grupos: por un lado 14 diputados (propietarios y suplentes) se mantienen plegados al oficialismo, mientras que otra facción de diez sigue firme a sus estatutos.