TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El cuerpo de un hombre de 74 años que falleció por sospecha de
Covid-19 fue sepultado el jueves a eso de las 5:00 PM en una de las fosas individuales que fueron habilitadas en el cementerio municipal
Jardín de los Ángeles para pacientes víctimas del virus.
Se conoció que la persona perdió la vida en el Hospital Escuela (HE) y presentaba los síntomas de la enfermedad, por lo que se le tomó la muestra para confirmar o descartar si era positivo al coronavirus, el resultado está pendiente.
Es el primer fallecido que se sepulta en ese cementerio municipal ubicado en el kilómetro 15 de la carretera que conduce de Tegucigalpa hacia Olancho.
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“No son fosas comunes, son fosas individuales que están listas desde el 3 de abril y estamos ampliando 20 más por cualquier eventualidad”, informó a EL HERALDO Donadín Fuentes, gerente de Orden Público de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Fuentes detalló que esas 20 se suman a las 10 que ya habían, y de las que una fue utilizada ayer, por lo que la capacidad creció a 30.
Detalló que cada fosa tiene una profundidad de dos metros, según las disposiciones del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Al consultarle cómo se hace la gestión para que los cuerpos sean enterrados en ese terreno respondió: “Es a través de los hospitales donde fallezca la persona, el hospital hace la solicitud y se le asigna el lote por número”.
Para el entierro de los cadáveres sospechosos y confirmados por Covid-19 se sigue un riguroso protocolo de bioseguridad, donde militares y el personal de Salud se encargan del proceso.
