TEGUCIGALPA, HONDURAS.- De 17,525 centros educativos a nivel nacional, menos del 10% están en óptimas condiciones para que los estudiantes retornen este año a la presencialidad.
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En la actualidad, Honduras cuenta con unas 12,000 escuelas que se encuentran en pésimas condiciones, es decir que las que están fuera de este grupo solo presentan una entre las múltiples carencias, como ser techos dañados, falta de pupitres o de servicios públicos, entre otros.
A raíz de estas falencias, en 2022 la Secretaría de Educación y el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) lograron reparar 1,002 edificios, es decir, las escuelas que ahora están con una infraestructura idónea para poder funcionar. Para la reparación de estos centros, entre ambas instituciones destinaron un presupuesto que oscila entre los 600 y 900 millones de lempiras.
Otras problemáticas
La situación de los centros educativos no es lo único que ha provocado que las clases no hayan iniciado hace dos semanas, también existe un problema de “ingobernabilidad”, tal como han denunciado algunos sectores.
Dentro de este escenario, en las últimas semanas padres de familia y maestros se han tomado las instalaciones de varios centros educativos por no contar con maestros o los materiales didácticos necesarios.Entre ellos, el Instituto Tecnológico de Administración de Empresas (Intae), Escuela Fuerzas Unidas, Instituto Miguel de Cervantes y la Escuela Gran Villa, ubicada en la región de Cortés.
“Tenemos tomado el centro educativo porque la infraestructura ya está, pero no están los maestros. Estábamos emocionados porque iba a ser el primer día de clases pero así no se puede”, lamentó una madre del Instituto Miguel de Cervantes.
La principal razón por la que esto ha acontecido se debe al proceso de audiencias públicas, la cual ha mantenido a unos 35 mil docentes esperando para que se les otorgue su permanencia.
Para revertir los flagelos, Rutilia Calderón, exministra de Educación, sugirió que se prioricen los verdaderos factores que deben importar dentro del sistema educativo público.
“Lo que tiene que importar es que los estudiantes aprendan, se necesita de un plan que integre esfuerzos y recursos, pero sobre todo, necesitamos a los mejores profesores comprometidos para enseñar”, señaló.
Para alcanzar los 200 días de clases, académicos recomiendan que se extiendan las jornadas escolares y las jornadas nocturnas.