TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Desde hace 25 años que Honduras se mantiene libre de la enfermedad del sarampión; sin embargo, la alerta de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el incremento de casos en América pone en evidencia la necesidad de elevar los niveles de vacunación en la población.
A finales de enero la OPS alertó sobre la ocurrencia de casos de sarampión en la región, debido a las bajas tasas de vacunación que hay y a la importación de casos a países de América.
Aunque Honduras se ha caracterizado por tener una de las mayores coberturas de vacunación en la región -gracias a eso la enfermedad se ha logrado erradicar- las autoridades de Salud decidieron aplicar este año durante la jornada de inmunización la vacuna contra el sarampión a las personas mayores, sin importar si tienen o no la vacuna.
De acuerdo al esquema nacional de vacunación en el país se aplica por primera vez la vacuna contra el sarampión, rubeola y parotiditis (conocida como SRP) a los infantes de 12 meses.
No obstante, cada cuatro o cinco años se hacen campañas de seguimiento donde se aplica una dosis adicional a la población infantil de 1 a 4 años, las mujeres en edad fértil de 12 a 49 años y a los grupos en riesgo.
Este año se está aplicando la dosis adicional a las personas adultas.
“El sarampión les puede dar a los que no tienen vacuna, incluyendo adultos, por eso no importa si ya se vacunó, la dosis adicional es como un refuerzo”, dijo el infectólogo Tito Alvarado.
Las personas adultas pueden acudir a los diferentes centros de salud del país para aplicarse la vacuna contra el sarampión.
¿Qué es el sarampión?
El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas.
Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección son fiebre alta, secreción nasal, infección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla.
Varios días después aparece un exantema (erupción cutánea) que comienza en la cara y cuello, y se va extendiendo gradualmente al resto del cuerpo.
No hay tratamiento específico para el sarampión, y la mayoría de los pacientes se recuperan en 2 o 3 semanas.
Sin embargo, en algunos casos puede causar complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
Durante el 2023 en América se notificaron 14,884 casos sospechosos y 53 casos confirmados de sarampión, según informó la OPS.
A inicios de este año se reportaron casos en Argentina, Brasil , Chile y Costa Rica, en Canadá, Estados Unidos y Perú.
La OPS recomendó en ese entonces a los países permanecer alerta ante la potencial aparición de casos sospechosos o confirmados de sarampión los cuales pueden ser importados desde otras regiones del mundo y generar brotes de diversa magnitud en los países de la región de las Américas.
Incrementar la vacunación
El sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación, es por eso que la OPS insta a los países a elevar las tasas de vacunación para evitar un resurgimiento de la enfermedad en países como Honduras y el incremento de casos en naciones donde la enfermedad aún circula.
“El sarampión no ha desaparecido del mundo, por lo que si no se vacunan pueden venir casos. Es por eso que es importante tener óptimos niveles de vacunación contra el sarampión, porque hay países que no tienen buenos niveles y de allí pueden venir pacientes con la enfermedad y hacer desastres”, advirtió el infectólogo.
Con la pandemia del covid-19 y el surgimiento de los movimientos antivacunas las tasas de aplicación de los esquemas de vacunación se redujeron en todos los países.
Honduras no fue la excepción, de acuerdo a datos de la OPS en 2022, el país se ubicó en el nivel de cobertura bajó en la aplicación de la primera dosis de la vacuna SRP con el 77% de cobertura.
Mientras que en la aplicación de la dosis adicional la cobertura llegó al 70%, señala la organización.
Entre los lineamientos y recomendaciones que da la OPS está intensificar la vacunación para cerrar las brechas de inmunidad, vacunar a las poblaciones en riesgo (los menores y pacientes inmunodeprimidos).
Fortalecer la vigilancia epidemiológica en áreas de fronteras para detectar y responder rápidamente frente a casos altamente sospechosos de sarampión.
Respecto a los viajeros, la OPS recomienda a los países miembros que se aconseje a todo viajero de 6 meses de edad y más que no pueda mostrar prueba de vacunación o inmunidad, que reciba la vacuna contra el sarampión y la rubéola al menos dos semanas antes de viajar a áreas donde se ha documentado la transmisión de sarampión.