El 14 de enero de este año, la Unidad Investigativa de EL HERALDO denunció el desbaratamiento de los carros de la telefónica estatal y la pérdida de piezas como diferenciales, culatas, arranques, alternadores, compresores de aire acondicionado, bombas de inyección, árboles de leva, llantas y baterías, tijeras, situación que fue negada por Leocadio Gámez, jefe de transporte y encargado del taller de mecánica.
Aparentemente, todo estaba bien, los papeles mostrados registraban un procedimiento seguido, sin embargo, lo ilegal, según las fuentes, se cometía cuando se cambiaban las piezas o los repuestos nuevos.
Por ejemplo, a los carros se les ponía batería y llantas nuevas, pero a los días aparecían con baterías y llantas viejas y muy deterioradas que habían sido marcadas en el mismo taller.
EL HERALDO enumeró algunos vehículos que fueron desbaratados y otros a los que se les colocaron repuestos nuevos, pero a los días aparecieron con piezas viejas.
Tras la publicación, en el taller de mecánica de Miraflores se observó un intenso movimiento de personal de transporte y de mecánicos moviendo piezas viejas de un lugar a otro, supuestamente tratando de acomodar un inventario.
Incluso, se abrió una bodega improvisada que le dicen “el gallinero” donde se habían amontonado algunas cajas de cambio, llantas y baterías viejas, asimismo se abrieron dos contenedores, incluso uno que estaba cerrado desde hacía muchos años.
En medio del ajetreo, un sindicalista llegó al taller advirtiendo que llegaría Auditoría Interna, aumentando la presión y desesperación de la gente del taller para tener presuntamente ordenado todo.
El 25 de enero, al menos diez auditores llegaron, se reunieron con Gámez y los asistentes Ramón Orlando Archaga, Marlon Torres y Juan Carlos Sánchez. Posteriormente, los auditores pidieron las piezas del carro 454, que estaba asignado a Juticalpa y que entró al taller de mecánica para reparación de culata y lo terminaron desvalijando.
El 29 de enero los auditores continuaron el auditaje de las piezas viejas, llanta por llanta, iniciando por el denominado “gallinero” y luego pasaron a registrar los contenedores. Luego, siguieron con la bodega de repuestos nuevos. Este día, los auditores vieron extraño que los asistentes de Gámez desaparecieran desde las 12:30 PM y no regresaran.
EL HERALDO, intentó, vía teléfono conocer la versión del jefe de transporte y del taller de mecánica, pero no respondió.
