Choluteca, Honduras
La producción de ocra americana le está arrebatando tierras a la producción de granos básicos en la región, convirtiéndose en una opción para la diversificación de los productores ante las pérdidas de los últimos años.
La siembra de ocra en la región se remonta a una década, situándose en las riberas de los principales afluentes de la región, y logrando producciones significativas.
El apoyo financiero y técnico del Programa Rural Sostenible para la Región Sur (Emprendesur) permitió la conformación de la Asociación de Productores de Ocra en el sur del país, iniciando así la producción con apenas 25 manzanas de tierra y 22 socios.
El ciclo de producción del vegetal tiene una duración de 10 meses, que inicia en agosto, con la preparación del terreno, y finaliza en mayo.
Actualmente, la organización está conformada por 63 pequeños productores y mantiene unas 72 hectáreas de tierra cultivada para riego por goteo con el producto oriental.
Choluteca, Namasigüe, El Triunfo, Apacilagua y Orocuina son los poblados en donde más producción del vegetal se reporta.
Durante el 2017, la región reportó una producción de 103,000 cajas de ocra de 15 libras, las cuales generaron unos 11.5 millones de lempiras (500,000 dólares) en dividas para el país.
De igual manera impulsaron la creación de más de 800 empleos temporales en la zona, aportando unos 200 lempiras diarios de lunes a sábado, y 400 lempiras los domingos, es decir unos 1,600 lempiras semanales a las familias de las comunidades.
Lea además : Cardenal invita a hondureños a dejar de verse como enemigos
Incremento
Para el presente año se espera que la producción de ocra americana aumente a 300,000 cajas exportadas, permitiendo esta vez el ingreso de 34.5 millones de lempiras en divisas (unos 1.5 millones de dólares), debido al buen precio en el mercado.
El número de empleos que se espera generar ascenderá a unos 1,500, advierte José María Nieto, coordinador del componente de acceso al mercado del programa Emprendesur.
“El pago de salarios debe ser atractivo en la comunidad, ya que se compite con los otros grandes rubros agrícolas como la caña de azúcar, melón y camarón”, explicó el entrevistado.
La incursión de variedades de ocra como la indú y de invierno representa sólo algunos de los retos que los productores del vegetal tienen en la región sur del país.
Desiderio Martínez, director regional de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), explicó que se está trabajando en potenciar aún más el rubro.
“Estamos instruyendo a los productores para que puedan mejorar el acceso a fuentes de agua a través de las cosechadoras del vital líquido”, comentó. El sur amplía su gama de productos alternos
La incursión de cultivos como la calabaza, plátano, camote y chile tabasco, luego de años de estudio, es una realidad en la zona sur del país.
Pese a las condiciones climáticas imperantes, la riqueza y los minerales de sus tierras convierten al sur en un espacio apto para el cultivo de múltiples productos agrícolas.
En el caso de las calabazas arjuna, que se producen en verano, está cambiando los paisajes en la ribera del río Guasaule. Se han sembrado al menos cinco manzanas del producto, y se espera ampliar el área a 15 manzanas en el presente año.
El plátano está queriendo hacerse nota y lo hará a través del cultivo de al menos 70 hectáreas.
“Los inversionistas ya han visitado la zona y solo estamos a la espera de confirmar que desarrollarán el proyecto en la comunidad”, comentó José María Nieto, coordinador del componente de acceso al mercado del programa Emprendesur.
La producción de ocra americana le está arrebatando tierras a la producción de granos básicos en la región, convirtiéndose en una opción para la diversificación de los productores ante las pérdidas de los últimos años.
La siembra de ocra en la región se remonta a una década, situándose en las riberas de los principales afluentes de la región, y logrando producciones significativas.
El apoyo financiero y técnico del Programa Rural Sostenible para la Región Sur (Emprendesur) permitió la conformación de la Asociación de Productores de Ocra en el sur del país, iniciando así la producción con apenas 25 manzanas de tierra y 22 socios.
El ciclo de producción del vegetal tiene una duración de 10 meses, que inicia en agosto, con la preparación del terreno, y finaliza en mayo.
Actualmente, la organización está conformada por 63 pequeños productores y mantiene unas 72 hectáreas de tierra cultivada para riego por goteo con el producto oriental.
Choluteca, Namasigüe, El Triunfo, Apacilagua y Orocuina son los poblados en donde más producción del vegetal se reporta.
Durante el 2017, la región reportó una producción de 103,000 cajas de ocra de 15 libras, las cuales generaron unos 11.5 millones de lempiras (500,000 dólares) en dividas para el país.
De igual manera impulsaron la creación de más de 800 empleos temporales en la zona, aportando unos 200 lempiras diarios de lunes a sábado, y 400 lempiras los domingos, es decir unos 1,600 lempiras semanales a las familias de las comunidades.
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Incremento
Para el presente año se espera que la producción de ocra americana aumente a 300,000 cajas exportadas, permitiendo esta vez el ingreso de 34.5 millones de lempiras en divisas (unos 1.5 millones de dólares), debido al buen precio en el mercado.
El número de empleos que se espera generar ascenderá a unos 1,500, advierte José María Nieto, coordinador del componente de acceso al mercado del programa Emprendesur.
“El pago de salarios debe ser atractivo en la comunidad, ya que se compite con los otros grandes rubros agrícolas como la caña de azúcar, melón y camarón”, explicó el entrevistado.
La incursión de variedades de ocra como la indú y de invierno representa sólo algunos de los retos que los productores del vegetal tienen en la región sur del país.
Desiderio Martínez, director regional de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), explicó que se está trabajando en potenciar aún más el rubro.
“Estamos instruyendo a los productores para que puedan mejorar el acceso a fuentes de agua a través de las cosechadoras del vital líquido”, comentó. El sur amplía su gama de productos alternos
La incursión de cultivos como la calabaza, plátano, camote y chile tabasco, luego de años de estudio, es una realidad en la zona sur del país.
Pese a las condiciones climáticas imperantes, la riqueza y los minerales de sus tierras convierten al sur en un espacio apto para el cultivo de múltiples productos agrícolas.
En el caso de las calabazas arjuna, que se producen en verano, está cambiando los paisajes en la ribera del río Guasaule. Se han sembrado al menos cinco manzanas del producto, y se espera ampliar el área a 15 manzanas en el presente año.
El plátano está queriendo hacerse nota y lo hará a través del cultivo de al menos 70 hectáreas.
“Los inversionistas ya han visitado la zona y solo estamos a la espera de confirmar que desarrollarán el proyecto en la comunidad”, comentó José María Nieto, coordinador del componente de acceso al mercado del programa Emprendesur.