El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) se ahoga en el autoritarismo y politización.
La coordinadora, Dulce María Zavala, incurrió en una especie de rebeldía a las resoluciones adoptadas por la asamblea del organismo de la sociedad civil.
La asamblea del CNA está conformada por 12 organizaciones: Arzobispado de Tegucigalpa, Confraternidad Evangélica, Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Consejo de rectores de universidades, Confederación de Trabajadores de Honduras, las asociaciones campesinas aglutinadas en el Cococh, Federación de Colegios Profesionales Universitarios de Honduras (Fecopruh), Federación de Organizaciones Privadas de Honduras (Foprideh), la Asociación Nacional de Empleados Públicos, la Asociación de Municipios de Honduras, el Foro Nacional de Convergencia y la Asociación de Medios de Comunicación.
El desprestigio en que cae gradualmente este organismo hizo que desertaran tres organizaciones: la Confraternidad Evangélica, Foprideh y el consejo de rectores.
En los últimos meses el ambiente que vive el personal es de zozobra y persecución, por los constantes despidos ejecutados por Zavala.
En las últimas semanas se despidió a ocho empleados y suman, ya que se anunció que el lunes se irán otros dos.
El despido de empleados es considerado como ilegal, ya que la misma asamblea emitió hace unos días una resolución que instruía no despedir a más personal.
Sin embargo, despidió a varios funcionarios y empleados, entre ellos a Juan Carlos Berganza, Rosa Fúnez y Jeimy Morales.
El modus operandi es el de enviarles una citación para comparecer a una audiencia de derecho de defensa, horas más tarde se les entrega la cancelación.
Los afectados se sienten vulnerados en su derecho al trabajo y arguyen una violación al debido proceso, como el de defensa.
Otras dos empleadas fueron citadas para el lunes, quienes desde ya presienten serán despedidas.
Otros fueron presionados a renunciar, como Edith López y Margarita Rojas.
Debido al clima de inseguridad laboral y acoso, algunos empleados se han enfermado y se encuentran con incapacidad, sufriendo estrés y hasta trombosis.
Acoso sexual
Hace unos meses EL HERALDO denunció el acoso sexual y laboral que vivían algunas empleadas. Fueron denunciados el jefe de Auditoría Interna, Carlos Reyes; y el jefe de Administración, Isaac Cálix.
La Fiscalía de la Mujer acusó a Reyes por hostigamiento sexual. Pese a ello el acoso laboral no se habría frenado.
Por otro lado, la asamblea instruyó a Zavala que, además de no despedir personal, no efectuara contrataciones.
Sin embargo, la coordinadora se habría extralimitado en sus funciones al contratar a más personal, entre ellos a Aníbal Rodríguez.
Autoritarismo
La actitud de Zavala es cuestionada por asambleístas.
“Hay cierto autoritarismo que está funcionando en la coordinación y que por eso no se están cumpliendo los mandatos de las asambleas ordinarias que hemos estado haciendo”, expresó Juan Ferrera, representante del Cohep.
“Hacemos unas reuniones donde acordamos unas cosas, las tomamos como resoluciones de asamblea, no se cumplen, entonces creo que en eso hay una falta de respeto para la asamblea”, añadió.
Justificó que el actuar de la coordinación debe estar en consonancia con los mandatos de la asamblea.
Politizado
Uno de los despedidos, Juan Carlos Berganza, lamentó la situación que atraviesa el CNA.
Afirmó que los despidos son ilegales, por lo que se vienen demandas que seguramente perderá el CNA.
Califica como represalia los despidos de personal. “Obviamente esto es una jugada política, se le salió el corazoncito del partido Nacional a la señora Dulce María Zavala, por lo tanto ella está siguiendo lineamientos del partido Nacional”, denunció.
“El activismo político, la politización del CNA, es latente”, agregó.
Reseñó que el personal ejecutivo que ingresó al CNA fue contratado mediante concurso.
Ahora se contrata a funcionarios de dedo, algo contradictorio en una institución que vela por la transparencia y la rendición de cuentas.
Acusa, además, que este organismo ya no cuestiona las arbitrariedades de la administración pública, específicamente del actual gobierno de Porfirio Lobo Sosa.
Considera que esto es una estrategia de capturar al Estado, primero la Corte Suprema, luego la Fiscalía y ahora al CNA.
Los denunciantes afirmaron que Zavala ha sostenido reuniones con altos funcionarios del gobierno Lobo en hoteles de la capital.
Llamó a la sociedad a estar alerta para que el CNA no sea asaltado por políticos.
Elección
Casualmente, los supuestos abusos en el CNA acontecen a pocos días de nombrarse a un nuevo coordinador del organismo.
Inicialmente se convocó a la asamblea para el 30 de septiembre, sin embargo, se adelantó para el 25 del mismo mes.
En dicha asamblea las nueve organizaciones elegirán al nuevo coordinador o coordinadora. Zavala busca la reelección.
La expectativa de los asambleístas es depositar la responsabilidad de coordinar al CNA en una persona ecuánime, con voluntad de no acomodarse a ninguna conveniencia política, social o económica.
Curiosamente, en esta semana Lobo Sosa nombró a dos miembros: a Julio Cabrera, del Foro Permanente de Sociedad Civil; y Antonio Ramón Cruz, de la Federación de Organizaciones de Mercados. En la asamblea del CNA se aclaró que estos podrán tener voz, pero no voto, por lo que no podrán elegir.
Renuncia
El representante del Fecopruh, Ricardo Calderón, informó que el alemán Frederic Boehm renunció al cargo de asesor del consejo consultivo internacional del CNA y a todo vínculo con la institución.
“Los acontecimientos de los últimos meses y lo ocurrido ahora con Juan Carlos Berganza me llevaron a tomar esta decisión”, argumentó en su nota.
“Quiero aprovechar para (develar) mi profunda decepción, tristeza y preocupación viendo estos desarrollos en el CNA”, agregó. Asimismo, deplora que el CNA tomó el camino equivocado y ya no vela por la transparencia, los valores y la libertad de expresión.