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Barack Obama trabaja para transformar su popularidad en votos para Hillary Clinton

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03.11.2016

Miami, Florida, Estados Unidos
El presidente estadounidense Barack Obama echó mano este jueves de su aún evidente popularidad y su magnética retórica en Miami para dar un empujón a la demócrata Hillary Clinton casi en la recta final de la apretada carrera por la Casa Blanca.

Con la imagen política de Clinton maltrecha por el escándalo de sus correos electrónicos, Obama se esforzó para convertir la admiración que aún produce en los más jóvenes y latinos en un voto de confianza para su antigua secretaria de Estado en las elecciones presidenciales.

“Hillary nos llevará hacia adelante si le damos la oportunidad”, animó el mandatario en el escenario de la Universidad Internacional de Florida (FIU, en inglés), donde rezaba la frase: “Estoy con ella”. EL HERALDO estuvo presente en este mitin político.

Considerado un estado clave, pero que gozó de una relativa calma en la campaña, Florida se convirtió en las últimas dos semanas en el centro de atención de Clinton y su rival republicano Donald Trump, con sendas apariciones de ellos y sus correligionarios.

Una figura popular
Acostumbrado a las megaconcentraciones (el partido demócrata estima que 4,500 abarrotaron el FIU Arena), Obama manejó la euforia del evento político como una superestrella enciende a su público en un concierto.

Al mandatario le precedieron varios políticos, entre ellos el candidato demócrata al senado de Florida, Patrick Murphy, quien está en una ajustada batalla contra el republicano Marco Rubio, cuyas aspiraciones presidenciales sucubieron en las primarias ante la fuerza bruta de Trump.

Sin embargo, el mandatario y el equipo de la exprimera dama quebraron los esquemas con un acto muy apropiado para una ciudad donde el 50 por ciento de la población es latina: Una inmigrante sin papeles fue quien hizo la introducción al gobernante.

“Después de los nervios, sentí que en este país hay democracia. En este país, una indocumentada latina tiene la habilidad de estar al lado del presidente”, dijo a EL HERALDO Gabriela Pachecho, originaria de Ecuador.

La entrada de Obama fue triunfal -fue ovacionado por un público donde destacaban los latinos y los jóvenes-, pero más que oportuna para darle aliento a la caída de la demócrata.


Oportunidad para hacer historia
En su discurso de 45 minutos y vestido cómodo con camisa blanca y corbata negra, Obama hizo gala de un sexappel político que ni Clinton ni Trump poseen, aunque lo jugó a favor de la candidata demócrata para apuntalar su campaña.

“¡Te amo!”, le gritó una de las espectadoras. “Yo también te amo”, le devolvió Obama, encendiendo más la euforia del público... “pero vamos a lo que venimos”, cortó el gobernante.

Defendiendo su administración y allanando el camino para las duras palabras contra Trumpo, advirtió: “Todo el progreso que hemos tenido se va al traste si no ganamos esta elección. Nuestro futuro depende de esto”.

Y como había material, el mandatario enumeró uno por uno los señalamientos que pesan sobre el candidato republicano, desde las acusaciones sobre cómo hizo su fortuna al escándalo por sus comentarios denigrantes a la mujer.

“No dio a conocer sus declaraciones de impuestos, pero admitió que no había pagado impuestos federales por varios años”, fustigó. Cada comentario era acompañado por un abucheo del público, pero Obama instó a mostrar el rechazo con un voto.

De paso el presidente, pero que en el escenario se percibía como otro candidato, se quitó la camisa de estrella y le sirvió la atención a Hillary: “Ella es la única preparada para ser presidenta”.

Es la segunda vez en menos de un mes que Obama aparece en un evento para dar su respaldo a la exsenadora. Los demócratas y republicanos han concentrado sus energías en conquistar el voto de Florida, un estado considerado clave para ganar las elecciones y donde la preferencia está dividida.