CANTARRANAS, HONDURAS.- Una galería de arte escénico da la bienvenida al municipio de Cantarranas.
Ubicado a 50.4 kilómetros al nororiente de Tegucigalpa, en medio de verdes montañas, en el poblado residen 17,240 personas, de las cuales seis mil pertenecen a la ciudad y las 11 mil restantes a las 20 aldeas y 124 caseríos rurales que conforman el municipio, según datos del Instituto Nacional de la Estadística (INE).
En los últimos años, el pintoresco municipio de Francisco Morazán ha pasado de ser un lugar de vocación agrícola, ganadera y productor de caña de azúcar, a un punto de referencia en la industria sin chimenea de Honduras, indicó Marco Guzmán, primer regidor municipal.
Y es que, los 10 mil visitantes que llegan cada año a la ciudad, son recibidos por un espectacular conjunto de obras de arte, plasmada en 52 murales y seis esculturas que decoran los 22 barrios y cinco colonias del municipio.
Este ingenio gráfico es una expresión del folclor hondureño, la biodiversidad de flora y fauna, el universo y todo lo que conlleva a las corrientes del pensamiento humano, en el pincel de decenas de artistas.
“Nosotros somos un municipio de origen lenca y su cultura nos identifica por la fuerza, el color y por los momentos vivos que transmiten la intensidad el municipio a través de su fachada histórica, su orden, su completa limpieza y estas obras de arte en las paredes transmiten esa sensación de tranquilidad, paz y esperanza”, explicó Guzmán.
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Cómo nace esta iniciativa
Este derroche de talento visual surgió gracias a una iniciativa creada en el año 2011 por el Consejo Local de Cultura y la Corporación Municipal de Cantarranas, para promover el arte en las edificaciones coloniales.
Pero fue hasta 2017 que arrancaron con “El Primer Guancasco de Muralistas por el Mundo”, que consiste en una invitación a todos los muralistas nacionales e internacionales para que expresen su libre arte en la infraestructura de la ciudad.
El nombre del programa se eligió para rescatar el término lenca guancasco, que según el lingüista Edilberto Borjas, originario de este lugar, significa “encuentro”.
Este primer evento reunió a 12 artistas que dejaron su marca en 12 murales, el siguiente año llegó una representación de 27 pintores y seis escultores que plasmaron su arte en 26 gráficos en paredes y seis esculturas a base de materiales reciclados.
No obstante, para este año las autoridades proyectan que el guancasco, que se desarrollará en el marco del XIV Festival de Alimentos y Juegos Tradicionales de Cantarranas, se presentarán 40 muralistas hondureños y de diferentes países de Latinoamérica y 10 escultores, dos de ellos de origen italiano, por lo que esperan llegar a la meta de tener 100 murales y 16 esculturas.
Hace 20 años la ciudad estaba olvidada por las autoridades y por los mismos turistas, no obstante, este interés por el arte ha logrado reavivar el comercio en la ciudad, la prueba es que la comuna percibe unos 500 mil lempiras anuales solo en el sector turismo.
“A raíz de este proyecto cultural las personas que han sido emprendedoras de esta ciudad han abierto tres restaurantes de comida tradicional, varios cafés, dos hoteles y cinco balnearios que atienden al público”, detalló Guzmán.
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Cantarranas es un municipio que siempre se ha destacado por hacer una variedad de actividades culturales, pues cuenta con una escuela de música, grupos teatrales y diferentes grupos de danzas folclóricas.
“Estamos trabajando con el Instituto Hondureño de Antropología e Historia para declarar la ciudad como centro histórico y de la cultura de nuestro pueblo”, reveló el representante municipal.
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¿Dónde surge su nombre?
Por su parte, el historiador y docente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Edgar Soriano, dijo a EL HERALDO que no hay dato exacto de la fundación de Cantarranas, solo se sabe que se surgió entre 1600 y 1666.
El nombre de Cantarranas se debe a que los primeros pobladores que colonizaron este lugar eran españoles, provenían de un barrio de la ciudad Madrid, España, denominado “Cantaanas”.
Desde sus inicios, el municipio ha tenido su base económica en la agricultura y, según el historiador, cuando los campesinos llevaban a vender sus hortalizas en Tegucigalpa, Yuscarán o Cedros, los compradores decían “ahí vienen los de Cantarranas.
Por su parte, el regidor Guzmán afirma que el nombre se debe al origen lenca del poblado. “No hay un dato de exacto de por qué se dio el cambio de ‘Cantaanas’ a ‘Cantarranas’, pero se maneja que se debió a que la población lenca no pudo pronunciar bien el nombre de ‘Cantaanas’ y por eso quedaron pronunciando ‘Cantarranas’ y esto llevó a que se le diera el título de Villa de San Diego de Cantarranas en 1889”, explicó el funcionario.
En el siglo XIX este municipio jugo un papel muy importante en la vida política del país, pues el 6 de junio de 1840 se eligió al general Francisco Ferrera, oriundo de este lugar, como primer presidente de la República de Honduras.
“El general Francisco Ferrera fue jefe de Estado y primer presidente Constitucional de la República y tenía bastante beligerancia sobre la Iglesia y con las decisiones políticas en el país, por lo que Cantarranas se situó en el centro de la parte política del país”, contó Guzmán.
A principios del siglo XX, de nuevo le cambiaron el nombre al municipio, de Cantarranas a San Juan de Flores, pero las autoridades detallan que los pobladores no lograron asimilar su nuevo nombre. “El fray Zepeda lo bautizó a principios del siglo XX como San Juan de Flores, pero la gente no aceptó y siempre lo llaman con el nombre original”, apuntó el historiador Edgar Soriano.
No obstante, el año 2011 el municipio retoma de manera oficial el apelativo de Cantarranas, vía decreto 94-2011, aprobado por el Congreso Nacional.