El ansia de partir rumbo a su natal San Pedro Sula fue más grande que la larga espera que tuvo que realizar para abordar la unidad de transporte que lo llevaría.
“Yo solo quiero ir a visitar a mi familia, hace días que no estoy con ellos y aprovecho este tiempo de vacaciones para compartir”, manifestó Santos Mendoza.
Igual que él, cientos de capitalinos hacían largas filas en las diversas terminales de buses interurbanos con sede en la capital previo al inicio de Semana Santa.
Con maletas en mano y su corazón alegre, Martha Sauceda esperaba el autobús que la llevaría hasta su natal La Ceiba.
“Solo en esta época del año me puedo ir hasta allá, me siento alegre porque sé que mi familia me está esperando con una buena sopa de caracol”, expresó Sauceda.
Algunos, inclusive, esperaban ansiosos abordar las unidades de transporte en filas bajo el inclemente sol.
“No nos queda de otra, ya compramos el pasaje, ahora solo tenemos que esperar que venga el bus y así irnos de una vez”, manifestó Susana Osorio, mientras se cubría su rostro con una pequeña toalla.
Altos costos
A pesar de que el precio del pasaje interurbano registró desde la semana pasada un incremento del 15 por ciento, varios capitalinos se mostraron sorprendidos al conocer las nuevas tarifas, pues no sabían del alza. Fue el caso de Rony Matamoros, un ciudadano que se aprestaba a partir rumbo a la ciudad de Choluteca, pero que desconocía que ahora el pasaje tiene un costo de 103 lempiras.
“ Está caro el pasaje, imagínese que hace poco valía 85 lempiras y yo ni cuenta me daba, pero ni modo, ya estoy aquí y me tengo que ir de una vez”, expresó.
Rapiditos ilegales quieren movilizar veraneantes
Inspectores de la Dirección General de Transporte (DGT), asignados al control de terminales de buses, detectaron la presencia de unidades ilegales que pretendían movilizar a los veraneantes a diversos destinos.
Alrededor de 20 rapiditos ilegales apostados en las afueras de las terminales de buses de Comayagüela fueron retirados de la zona por los agentes de la DGT, en vista de que violaban las normas de legalidad.
“Bien temprano nos aprestamos a retirar las unidades que estaban esperando que algunas personas los abordaran, saben que operan ilegalmente, pero aún así nos retan”, subrayó Óscar Molina, inspector de la DGT.