Tegucigalpa, Honduras
Atrás quedaron sus hogares, las preocupaciones y los problemas. Son los miles de turistas que el fin de semana comenzaron a salir de la capital para disfrutar las vacaciones.
Sin importar el sacrificio o las consecuencias de los gastos que genere su viaje, salieron en busca de sus familias en el interior del país o, simplemente, para disfrutar del sol, la arena y del mar, ocasionando un éxodo masivo en las terminales de buses, para quienes usan el transporte público, y en las salidas de la ciudad para los que van en sus propios carros.
Otros iban en buses, taxis, mototaxis o a jalón con un vecino.
Muchos ingresaban desesperados por obtener un boleto, y las filas son solo un obstáculo más antes de lograr su fin. Varios iban cargados con maletas, mochilas, sacos, bolsas, cajas o cualquier depósito donde se pueda guardar ropa. Otros incluso, llevan gallinas, pollitos, perros y hasta gatos.
No faltaron quienes con el ticket en la mano, refrescos, churros, galletas y cuanta chuchería fuera posible les sirvió para calmar las ansias que les ocasionó esperar la llegada del próximo bus.
Controles
El personal de Dirección al Consumidor de la Secretaría de Desarrollo Económico mantiene regulación pendiente para evitar el abuso de los dueños de buses.
Sonia Montes, subdirectora de la institución, adelantó que serán hasta 10 salarios mínimos de multa a las empresas que abusen en la temporada.
Datos preliminares de la Asociación de Transporte Interurbano de Honduras (ATIH) apuntan a que al día durante la Semana Santa parten de Tegucigalpa 30,000 personas que van con rumbo al interior del país.
El regreso es en siete días y la realidad tocará a sus puertas.
