Honduras

Centroamérica buscará unificar posición sobre crisis paraguaya por destitución de Lugo

Encuentro regional inicia el jueves en Tegucigalpa con una serie de foros sobre democracia y seguridad. El presidente Porfirio Lobo cederá la presidencia pro témpore del Sica el próximo viernes al mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, quien encabezará por seis meses el órgano.

    07.04.2014

    La separación de Fernando Lugo de la Presidencia de Paraguay podría ocupar la agenda durante la XXXIX Cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) que arranca el jueves en Tegucigalpa.

    Varios países han expresado su preocupación luego de que el senado paraguayo destituyera a Lugo tras un juicio político en el que fue acusado por la cámara de diputados de “mal desempeño de sus funciones”.

    El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, urgió en las últimas horas a los países miembros del Sica a definir una sola posición que permita emprender acciones como región ante la destitución de Lugo.


    Igualmente los presidentes de Honduras, Porfirio Lobo, Nicaragua, Daniel Ortega, Costa Rica, Laura Chinchilla, y Panamá, Ricardo Martinelli, han rechazado el procedimiento a través del cual fue destituido el ahora ex presidente paraguayo.

    En el caso de Honduras, el gobierno no ha definido si reconoce o no reconoce al nuevo gobierno de Federico Franco.

    Nicaragua, por su parte, sí ha sido enfático al afirmar que el gobierno Ortega no reconocerá a las nuevas autoridades de ese país.

    El Salvador, en un comunicado, también deja claro que no reconocerá el gobierno Franco.

    “El gobierno de El Salvador no reconoce la legitimidad de la designación del vicepresidente Federico Franco como presidente del Paraguay”, dice el comunicado.

    En el caso de Guatemala, el presidente Otto Pérez se ha mantenido cauteloso, limitándose a afirmar que su gobierno sigue de cerca los acontecimientos previo a adoptar cualquier posición.

    En Costa Rica, el Congreso sí se presentó una moción que fue aprobada por unanimidad, en la que se
    deplora “la destitución del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, mediante un procedimiento que muestra visos de golpe de Estado”.

    Panamá, por su parte, ha puesto en duda el derecho a defensa y ha insistido en que debe existir respeto a la institucionalidad y orden constitucional. De momento no ha definido si reconoce o no al nuevo gobierno.