Los presidentes de Centroamérica no lograron el viernes unificar una posición sobre la crisis política desatada en Paraguay tras la destitución del expresidente Fernando Lugo.
El tema fue ampliamente debatido durante la XXXIX Cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) celebrada el 28 y 29 de junio en Tegucigalpa.
Los gobernantes de la región apenas lograron coincidir en que no se le garantizó el derecho a la defensa al expresidente de Paraguay, sin establecer una posición unificada respecto al reconocimiento del nuevo gobierno paraguayo encabezado por el ahora mandatario Federico Franco.
“Logramos una declaración de todos los presidentes del Sica sobre la crisis en Paraguay, cada país tiene la decisión soberana de mantener o no las relaciones con el nuevo gobierno que se ha constituido en Paraguay, luego de la decisión que tomó el Congreso y el Senado de ese país”, manifestó el presidente de El Salvador, Mauricio Funes.
Sin embargo, EL HERALDO revisó los 36 puntos de la declaración y en ninguno de ellos siquiera hay alguna referencia a Paraguay.
Esto significa que cualquier plática en torno a ese país no fue más que un asunto verbal.
Fernando Lugo fue destituido el pasado 22 de junio por el Senado tras un juicio político sumarísimo, acusado por la Cámara de Diputados de “mal desempeño de sus funciones”, y fue sustituido por el vicepresidente Federico Franco.
Reconocimiento
“El Salvador ya ha externado su posición, El Salvador no reconoce la legitimidad del gobierno del vicepresidente Franco en la medida en que se violó el debido proceso y no se garantizó el derecho a defensa que le asistía al presidente paraguayo”, afirmó Funes.
El presidente salvadoreño afirmó que se suscribió “una declaración donde se dejaba sentado precisamente la posición unánime de los países del Sica de que al presidente Lugo no se le garantizó el debido proceso y no se le respetó tampoco el derecho a la defensa y por lo tanto expresamos nuestra preocupación por el futuro institucional de Paraguay”.
El pasado fin de semana el presidente Porfirio Lobo calificó como “una profunda herida a la democracia” la separación de Lugo de la Presidencia de Paraguay, pero no ha establecido si reconocerá al nuevo gobierno de Franco.
A nivel de Centroamérica, solo Nicaragua y El Salvador han establecido no reconocer al nuevo gobierno paraguayo, mientras que Guatemala, Honduras, Panamá y Costa Rica, aunque han cuestionado la forma en que fue destituido Lugo de la Presidencia, no han definido si reconocerán la nueva administración.