El Congreso Nacional de Honduras aprobó este jueves una moción para solicitar un informe sobre la situación real de los carros de lujo que irán a subasta en octubre próximo.
La moción fue presentada por la diputada por el Partido Liberal Waldina Paz, para solicitar al Poder Ejecutivo información sobre el estado en el que fueron entregados los vehículos por las diferentes instituciones del Estado.
La petición estriba en la información que ha trascendido sobre el mal estado de los vehículos, la mayoría de los cuales habrían sido entregados en condiciones lamentables, ya que fueron prácticamente desmantelados.
De comprobarse los daños ocasionados a estos automotores, se procederá entonces a deducir el costo del salario de las personas que tenían asignados estos bienes. Posteriormente, se enviarán los carros a reparación bajo la supervisión del Tribunal Superior de Cuentas (TSC).
A finales de julio, varias dependencias del Estado iniciaron el proceso de entrega de carros de lujo que están siendo recibidos en el Campo Parada Marte, donde se realiza la inspección y avalúo.
No obstante, según ha trascendido, algunos automotores llegaron saqueados, con baterías inservibles y con llantas de repuesto de menor calidad a las originales.
En total se tiene prevista la venta de unos 655 carros lujosos que valen entre 500 mil y millón y medio de lempiras.
La subasta prevista para octubre próximo es una iniciativa del gobierno hondureño como medida de austeridad y ante el alto costo de los combustibles.
El gobierno espera captar alrededor de 350 millones de lempiras con la venta de camionetas de las marcas más apetecidas, de una variedad de colores y con motores diésel y gasolina de alta potencia que estaban en poder de decenas de funcionarios de la administración pública.
Solo la Secretaría de Defensa tenía 39 carros de lujo, el Ministerio de Salud 23, el Banco Central de Honduras (BCH) 20, la Secretaría de Educación 11 y la Secretaría de Seguridad 11.
La flota vehicular del Estado de Honduras consta de unas 1,831 unidades, algunos de lujo y otros de trabajo, valorados en 3,700 millones de lempiras.
