TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cristina Alvarado, integrante del movimiento Visitación Padilla, lamentó que “el silencio y la impunidad esconden este delito de violación porque en este país se termina enjuiciando y criminalizando a la víctima y no al agresor”.
“El silencio en esta problemática, el temor que tienen las víctimas y las situaciones particulares de cada caso son las que nos llevan a esta situación de silencio y que no se denuncien todos los hechos”, dijo.
Alvarado mencionó que en muchos casos las mismas víctimas no le dan seguimiento a las denuncias porque son amenazadas, al igual que sus familias, lo que contribuye para que exista impunidad.
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Según la experta en derechos de las mujeres, esto deja muchas secuelas, especialmente cuando el 87% de las personas que denuncian violencia sexual son mujeres, niñas y adolescentes.
En diálogo con el equipo de EL HERALDO Plus, Alvarado lamentó que otra agravante es que producto de la violación muchas niñas resultan embarazadas.
“La Secretaría de Salud registra desde 2017 más de 800 casos en niñas de 9, 10, 11 y 14 años. Estamos normalizando el horror, estamos dejando que niñas tengan otros niños”, denunció, al afirmar que no están preparadas física, psicológica ni emocionalmente para ser madres.
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Otro problema que resaltó es la pena por este delito en el Código Penal, ya que en la normativa anterior los agresores obtenían condenas más duras, sin embargo, ahora reciben “prácticamente una falta administrativa”.
Alvarado se refirió a que en el Código Penal anterior hablaba de hasta 15 años de cárcel para quienes cometieran “acceso carnal no consentido por la vía vaginal, anal o bucal con personas de uno u otro sexo”, según detalla la normativa. Este delito con el nuevo Código Penal se reduce a nueve años (pena mínima). La pena puede incurrir en una agravante si la víctima es menor de 14 años.
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