Mayores de 18 años siguen en centros de internamiento en Honduras
Desde 2017 hasta febrero de 2022 han sido detenidos 2,388 jóvenes de 12 hasta 24 años, sin embrago, el nueve por ciento tenía entre 18 y 24 años. Los jóvenes fueron enviados a centros de menores infractores a nivel nacional
Solo en Jalteva hay 36 jóvenes, seis de ellos tienen más de 18 años. En Jalteva Nuevo hay 37 que podrían ser juzgados como adultos, pero están en este centro de menores.
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Los nombres de los menores que aparecen en este reportaje fueron cambiados por seguridad
TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Jóvenes de 19, 20 o 21 años cumplen su infracción en centros de internamiento de menores. No se trata de preferencia o beneficio, la ley los tiene allí.
Desde 2017 hasta febrero de 2022 más de 200 jóvenes mayores de 18 años fueron detenidos y enviados a Centros Pedagógicos de Internamiento (CPI), por estar en conflicto con la ley.
Julián es uno de ellos. Con 19 años se encuentra en un centro de internamiento en Jalteva, ubicado en Cedros, Francisco Morazán.
Lo detuvieron por el delito de extorsión cuando tenía 17 años. La infracción que impuso un juez fue de siete años y seis meses, sin embargo, se queja de que le adjudicaron evidencia que no le pertenecía.
“En la extorsión las cartas que dicen que uno pone a firma y puño, me pusieron una carta que no había hecho”, lamentó.
Julián cumplió el tiempo cautelar (seis meses) dentro de Jalteva, luego salió en libertad con medidas sustitutivas.
Durante ese corto tiempo siguió su vida. Conoció una joven y, por la naturaleza de la vida, ahora es papá. No conoce en persona a su hijo, ya que la misma justicia lo llevó de vuelta al centro de rehabilitación donde lleva un año y seis meses privado de libertad.
“Estando afuera ya estaba adaptado a la sociedad prácticamente. Cumplía todo a cabalidad y luego me sancionaron injustamente”, condenó.
Detenidos
El Código Penal de Honduras especifica en los artículos 10 y 30 que no son imputables bajo esa normativa los menores de 18 años (quienes tengan menos de 12 años no pueden ser juzgados bajo ninguna ley), es decir que solo pueden ser juzgados como adultos los mayores de 18 años.
Los adolescentes de 12 a 17 quedan sujetos al Código de la Niñez y Adolescencia que establece como sanción máxima ocho años dentro de un centro de internamiento, pero no hay reglamentación de cuántos años por delito.
En los últimos cinco años a los centros de internamiento fueron enviados 206 jóvenes que tienen 18 años o más, aunque la mayoría goza para esta fecha de medidas sustitutivas.
La Unidad de Investigación y Datos de EL HERALDO Plus analizó cada una de las detenciones realizadas desde 2017 hasta febrero de 2022. En total hubo 2,388 menores infractores capturados, sin embargo, el nueve por ciento tenía entre 18 y 24 años.
Según los datos, habían 107 jóvenes que tenían 18 años y 58 con 19 años. Además, contabilizaban 28 personas que tenían 20 y 21 años y nueve con 22.
Los reportes analizados por este rotativo también mencionan a dos personas de 23 años y dos personas de 24 que al ser detenidas fueron enviadas a centros de menores infractores.
De acuerdo con Nelson Acosta, procurador legal de Nuevo Jalteva, el que jóvenes mayores de 18 años estén compartiendo en centros de rehabilitación donde también hay niños de 12 años se debe a dos situaciones.
La primera es que cuando se le atribuyó la falta a la persona, es decir, cuando se giró la orden de captura tenía 17 años o menos, pero el proceso se concretó hasta que cumplió los 18 años. La otra opción es que el menor fue detenido antes de los 17, pero por el tiempo de la sanción alcanzó la ciudadanía (18 años) dentro de un centro de internamiento.
Laura Rey, gerenta de Proyectos y Programas de Plan Internacional, resaltó que en muchos casos también ocurre que la condena dura más que el tiempo permitido por la ley (ocho años).
En el Código de la Niñez y Adolescencia menciona en el artículo 187 que “el cumplimiento de los dieciocho (18) años de edad no afectará el seguimiento de las medidas o tratamientos decretados por la autoridad competente”.
Incluso, especifica que el juez revisará la sentencia dictada para decidir la extensión de la medida o “el internamiento del menor en una granja penal, en una institución de tratamiento neurosiquiátrico o en un centro de trabajo”.
“Si adoptada alguna de las medidas anteriores el mayor de dieciocho (18) años comete una nueva infracción constitutiva de delito, el juez competente lo pasará a jurisdicción de los tribunales comunes”, concluye.
Centros de detención
Cuando son detenidos, los menores son presentados ante un juez que decide qué tipo de medida les impondrá, porque en la ley no se especifica. Muchos son enviados a los centros de internamiento y otros a sus casas, con medidas sustitutivas.
Hasta el pasado 30 de junio de 2022, en Jalteva Nuevo, un centro de internamiento -que parece más una carcel- ubicado en Cedros, Francisco Morazán, había 93 personas privadas de libertad, pero 37 jóvenes tenían más de 18 años y 20 ya se habían convertido en mayores de edad (tenían 21 años o más).
En este centro la mayoría de jóvenes están ligadas a maras y pandillas. Por ejemplo, en los módulos D1 y D3 están los jóvenes de la Pandilla 18, mientras que en los módulos D5 y D7 está la población común, aunque también son menores vinculados a otras estructuras criminales.
En Jalteva, conocido también como Jalteva Viejo, en esa misma fecha habían 36 menores infractores, de los cuales seis tenían entre 18 y 23 años.
Uno de ellos es Julián, un joven fornido, de voz ronca y pausada, quien trata de reinvidicarse cada día. Quiere ser abogado, de los buenos, sobre todo por el duro proceso que ha pasado.
El joven de 19 años ha tenido una vida de golpes y alegrías; sus antecedentes no dejan de recordarle lo mucho que extraña a su familia, a quienes solo ve cada 15 días durante las visitas que permiten en el centro de internamiento.
“Quisiera en estos momentos venir y darles un abrazo a mis padres, estar con ellos y disfrutar de esos buenos momentos que tal vez me perdía por andar en cosas malas... quisiera recuperar todo el tiempo perdido que he estado aquí”, dijo en diálogo con el equipo de EL HERALDO Plus.
Delitos
Julián llegó a Jalteva por extorsionar. El joven no dio muchos detalles sobre la infracción que cometió, sin embargo, forma parte del 30% de la población total de menores infractores que están en esos centros por extorsión.
La Unidad de Datos e Investigación de EL HERALDO Plus indagó sobre los delitos que cometen los jóvenes de acuerdo con las edades, encontrando que el grado de la falta aumenta a medida tienen mayor edad.
Por ejemplo, los menores que tienen 12 años fueron detenidos por infracciones como extorsión y tráfico de drogas, pero a los 18 la mayoría tiene faltas como extorsión, robo y asesinato.
A partir de los 19 años, dos de los delitos que más se repiten son asesinato y homicidio, faltas consideradas graves en el Código Penal y que, al ser juzgados por un juez, los menores reciben penas que conllevan más años.
“En estos casos los adolescentes tienen que cumplir la condena. La condena no tiene que ser en vano, se tiene que ver a la persona como que puede rehabilitarse, se tienen que identificar las razones por las que lo hizo y trabajar ese tema de la consciencia y el daño causado”, sugirió la gerenta de Proyectos y Programas de Plan Internacional.
La experta dijo que existe una mora judicial en cuanto a los casos de jóvenes mayores de 18 años a las que se les debe revisar las medidas, sin embargo, concluyó en que es mejor que terminen su falta en estos centros para menores.
“Tienen mayores oportunidades de rehabilitación si están en centros de detención a menores, porque el centro de adultos es más restrictivo , con menos oportunidades de reeducación”, dijo.
Visitas conyugales
A diferencia de Jalteva Nuevo, en Jalteva no hay visitas conyugales, es decir, los jóvenes mayores de 18 años no pueden recibir a sus parejas.
“Estamos en ese proceso”, respondió David Maradiaga, director de Jalteva, cuando fue consultado sobre las visitas conyugales en ese centro. El funcionario detalló que no tienen las condiciones físicas para que los jóvenes de 18 años o más tengan ese beneficio, contrario a lo que ocurre en Jalteva Nuevo.
En ese centro, donde las instalaciones son de máxima seguridad, las personas de 18 años que tienen esposa o pareja pueden recibir visitas, sin embargo, deben acreditarlas y demostrar que tienen una vida marital.
En un recorrido por las instalaciones de Jalteva Nuevo, el director Gustavo Sánchez, explicó a EL HERALDO Plus que para permitir que tengan este beneficio, los jóvenes y sus parejas son investigadas. Además, no pueden recibir visitas conyugales de varias personas.
“Lo habilitamos con una cama, un espacio bien aseado y cómodo para que ellos tengan su encuentro”, explicó el funcionario.
Las visitas son cada 15 días y solo se permiten a mayores de 18 años. Los jóvenes privados de libertad y sus parejas deben someterse a exámenes médicos, de los contrario no tienen este beneficio.