CORTÉS, HONDURAS.- Prepararon su siembra durante meses con la esperanza de recoger sus cosechas, pero las lluvias sufridas en Honduras en las últimas semanas y las precipitaciones por la tormenta tropical Julia acabaron con todo.
Los campesinos de diferentes municipios del país hoy lloran la pérdida de sus cultivos y con ello sus pocos ingresos y el sustento para sus familias.
Aunque Julia no ingresó directamente a suelo hondureño, sus bandas nubosas han causado estragos en el país, pues ya se reportaban saturación de suelo e inundaciones debido a otros fenómenos naturales previos y la tormenta tropical empeoró el panorama.
Tan solo en el municipio de San Manuel, en el departamento de Cortés, la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) registró la pérdida de unas 279 hectáreas de cultivo de bananos.
Al perderse la fruta se registra también que más de 70 millones de lempiras no serán percibidos en las fincas de productores independientes de ese sector del país.
Unas de las empresas afectadas es la Devonia y Devon Bananas S. de R.L., las cuales tuvieron daños irreversibles por las filtraciones de aguas subterráneas provenientes del río Chamelecón, el cual ha aumentado su caudal y se ha desbordado, dejando inundaciones en varias comunidades.
“Después de 72 horas de estarse filtrando aguas subterráneas a las fincas bananeras, más la cantidad de agua lluvia, el rubro tiene un daño desastroso que se nota con el amarillamiento de sus hojas”, explicó el gerente de la fincas, Francis Charles Ewens Mejía. Las pérdidas del cultivo de banano en ambas suman las 29 hectáreas.
En las Fincas Bananeras de Santiago, en el mismo municipio, la situación es mucho más abrumadora, pues se perdieron aproximadamente 250 hectáreas de cultivo de banano.
Sandra Deras, gerente de las fincas, dijo que con la producción se generan unos 500 empleos directos, por lo que son muchas las personas afectadas directa e indirectamente.
RESPUESTA
Por otro lado, en los departamentos de Cortés y Atlántida, miles de plantas de palma africana lucían sumergidas por las aguas que se desbordaron de los ríos y que anegaron los sembradíos y las viviendas.
Según cálculos preliminares, se trataría de unas 49,000 hectáreas de palma, en algunos casos, que estaban recién sembradas.
El coordinador regional de la SAG, del Litoral Atlántico, Enoc Padilla informó que solo en la aldea kilómetro 32 en la zona del Ramal del Tigre, municipio de Tela, se inundaron un total de 550 hectáreas de palma aceitera de las 7,000 mil hectáreas que tiene el sector.
De estas 550 hectáreas inundadas, 2,700 están dañadas totalmente y 2,800 hectáreas probablemente perderán el 50% de su producción, detalló el coordinador regional de la SAG.
José Sánchez Albino, asesor económico y coordinador del equipo, enviado por la titular de la SAG, y quien realiza las verificaciones en campo, manifestó que “el impacto en las pérdidas económicas en la palma, es muy alto y aún se están analizando y corroborando los datos que serán entregadas a la titular de la SAG, junto con una estrategia de respuesta de apoyo a los productores”.
“Hasta el momento podemos cuantificar pérdidas en la producción de palma aceitera en el municipio de Tela, de unos 10,000 mil toneladas métricas que equivalen a unos 41 millones de lempiras”, agregó.
Según se conoció, las evaluaciones en el campo se realizan con un equipo de más de 500 técnicos de las diferentes instituciones distribuidos en todo el país y que junto a los productores están identificando los daños y pérdidas y las acciones a tomar para apoyar a los afectados.
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