Tegucigalpa, Honduras.- La falta de voluntad política del Estado para resolver los problemas que enfrenta la niñez y la adolescencia por la violencia, es cuestionada por organizaciones defensoras de derechos humanos.
El reclamo surge en el marco de la conmemoración de los 35 años de la adopción de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la ratificación por parte de Honduras.
Cándida Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de la Niñez del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), declaró que, en el marco de esta fecha especial, es un momento para reflexionar y replantear los esfuerzos, que permitan garantizar que cada niña, niño y adolescente, en todos los rincones de Honduras, vean sus derechos cumplidos y puedan desarrollar todo su potencial.
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño para que todos los países la incorporaran en su normativa legal y asegurar que todos los menores de 18 años, sin ningún tipo de discriminación, gocen de sus derechos.
“Pese a algunos esfuerzos impulsados por los diferentes gobiernos, observamos que aún se tiene una deuda social pendiente con este sector poblacional, que día a día enfrenta muchos desafíos respecto al cumplimiento de sus derechos”, dijo Maradiaga.
Detalló que las reiteradas recomendaciones hechas al país por el Comité de Derechos del Niño, por parte de las Naciones Unidas, en las evaluaciones de cumplimiento, es donde se refleja la falta de voluntad política de los gobiernos, para dar respuestas efectivas a las diferentes problemáticas que históricamente ha enfrentado la niñez y la adolescencia hondureña.
Maradiaga indicó que existen “grandes desafíos para hacer efectivo la realización plena de los derechos de los niños y niñas, sobre todo, cuando observamos que, entre enero y octubre del 2024, son más de 8,700 niñas y niños migrantes que han sido retornados y deportados a nuestro país, procedentes principalmente de Estados Unidos, México y Guatemala”.
Otra situación crítica la enfrentan en el país, las más de 15 mil niñas, niños y adolescentes, que se encuentran en situación de calle, alrededor de un millón en situación de trabajo infantil y se estima, que alrededor de 1.1 millones de niños y niñas están fuera del sistema educativo.
Otro aspecto que debe llamar la atención es que, cada año, un poco más de 20 mil niñas resultan embarazadas y lo más preocupante es que muchas de ellas, son víctimas de violencia sexual.
“Vemos con preocupación, como muchos niños y niñas son víctimas de trata de personas. Datos oficiales revelan que, en los primeros siete meses del 2024, fueron rescatadas más de una veintena de víctimas de las cuales, 17 son niñas menores de 18 años”, detalló Maradiaga.
Entre el 2019 y el 2023, el Conadeh atendió alrededor de 4,182 quejas que vinculan como víctimas y en riesgo de desplazamiento forzado a niñas, niños y adolescentes.
El 2023, se constituyó como el año con el mayor número de casos, al atender, en sus diferentes oficinas, 1,243 casos de niñas, niños y adolescentes en riesgo y víctimas de desplazamiento forzado, en su mayoría perpetrados por integrantes de maras y pandillas.
Ante esa situación, “es necesario que el gobierno hondureño asigne mayores recursos a la institucionalidad responsable de la implementación de las políticas públicas, con el firme propósito de prevenir la violencia contra niños, niñas y adolescentes, en sus diferentes manifestaciones”, recalcó.
Demanda que se debe fortalecer el Sistema Nacional de Garantía de Derechos y, en general, invertir más en la niñez, a través de políticas de Estado con enfoque interinstitucional, que apunten a resolver los verdaderos problemas estructurales que históricamente enfrentan la niñez.
Otro aspecto que se destaca, como indispensable, es la implementación de políticas y programas que permitan prevenir la explotación sexual de menores, además, adoptar medidas que permitan investigar de manera eficaz y enjuiciar a los autores de los casos de violencia sexual cometidos contra la niñez, evitando de esta forma la impunidad de los culpables.