Bajo fuertes medidas de seguridad fue sacado del hospital Escuela el supuesto implicado en el asesinato de Óscar Roberto Ramírez, quien era hijo del exdirector de la policía, Ricardo Ramírez del Cid.
Se trata de un menor de edad quien, luego de haber permanecido hospitalizado durante diez días, fue dado de alta por su perfecto estado de salud.
El menor de edad, que permanece como testigo protegido, confesó a las autoridades de investigación su participación en el hecho criminal que se registró la noche del pasado 17 de febrero mientras Ramírez compraba comida en un negocio en la colonia Altos de Toncontín.
En el sangriento hecho también perdieron la vida los elementos del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) Abrahan Gúnera, de 30 años, y Carlos Armando Lira Turcios, de 29 años, guardaespaldas de Ramírez.
Además falleció un supuesto pandillero identificado como Elvin Antonio Palma, de 40 años.
Mientras dos supuestos partícipes en el crimen fueron internados en el hospital Escuela, uno identificado como Dayer Figueroa, de 22 años, y el joven de 17 años, quien también reveló que el objetivo de la operación era el secuestro y no el asesinato.
Además, el joven explicó que él y sus compinches recibieron órdenes directas de tres reos de la Penitenciaría Nacional a quienes identificó por sus alias como “El Chele”, “El Colombiano” y “El Paisa”.
Declaró que las armas utilizadas para la operación fueron entregadas por un mayor de apellido Sánchez, de las Fuerzas Armadas, y relató que en el lugar del crimen él mismo gritó “es un asalto” para despistar las investigaciones que surgirían después del supuesto secuestro.
Todo lo anterior fue revelado por el exdirector y padre del menor Óscar Roberto, Ricardo Ramírez del Cid.
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El alta
Las medidas de seguridad fueron extremadas en el hospital Escuela, adonde fueron desplazados más de 15 elementos, entre policías y miembros de las Fuerzas Armadas de Honduras, que estuvieron a cargo del traslado del joven.
también fueron resguardados los pasillos y los portones de acceso del centro asistencial para evitar un atentado.
El joven, que fue llevado en silla de ruedas, fue bajado desde el cuarto piso donde se mantuvo interno y trasladado por los pasillos que conectan a la morgue del hospital.
Luego fue llevado por una de los parqueos traseros donde se encuentran las cocinas del centro asistencial, hasta donde se encontraba el vehículo que lo trasladaría. Le fue colocado un casco y chaleco antibalas y se cubría su rostro para no ser identificado. Para continuar con la investigación sobre el crimen de Óscar Roberto Ramírez y sus guardaespaldas, el joven fue movido a un lugar desconocido para garantizar la seguridad de su vida.
En los próximos días las autoridades del Ministerio Público estarían enviando ante un juez especial al menor, para que se reciba la sanción legal.