Nunca defrauda. El Central Vicente Cáceres una vez más ha dejado complacidos a los capitalinos al hacer una soberbia presentación en los desfiles del 195 aniversario de independencia de Honduras.
Pasaban las 2:00 de la tarde y el colegio más grande y antiguo de Centroamérica (138 años) aún siquiera podía arrancar de su estación y no solo por la demora del desfile, sino porque la enorme cantidad de personas no los dejaban avanzar.
Dentro de todo lo que acompaña al ICVC, también destacó su brillante cuerpo de palillonas, sus dos bandas músicales, los pelotones centralistas, los cuadros de honor y por ende el enorme orgullo de ser parte de esta institución educativa que ha formado ilustres ciudadanos hondureños que incluso han llegado a ser presidentes de la República.
Bellas a matar
Las palillonas del Central, vistieron de azul turquesa, el mismo que es el color oficial de nuestra Bandera Nacional. Su vestido sobresalía por los encajes y brillantes en la parte de arriba. Además de las botas azules. Las chicas robaron miradas y asesinaron corazones en su estética, todas usaron una cola alta y maquillaje de sombras azules y labios rojos.
Sus pasos encantadores vencieron la rutina de años y años, y no fueron pocos los que se sacaron fotos con el grupo de jovencitas que entrenaron más de tres meses para lucir magnas este día.
¡Nos quedamos enamorados!
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Tres bandas
Es una costumbre que el Central lleve tres bandas en su desfile. El instituto es tan grande que necesita ir animado en todo momento. Es por ello que estos cuerpos musicales apostaron por los ritmos alegres como la punta, el merengue y las canciones hondureñas.
Canciones del grupo Kazzabe, Wilfrido Vargas, Guillermo Anderson, y muchos más, hicieron que la gente tuviera ganas de bailar en todo momento.
Nunca estuvo demás el momento en el que aceleraron los ritmos en maravillosas interpretaciones que alegraron a los presentes a las orillas de las calles hasta llegar al Estadio Nacional.
EL ICVC lleva una musical y dos bandas de guerra.
El Central Vicente Cáceres llegó hasta muy tarde al estadio. Como siempre, el colegio es uno de los últimos grupos en desfilar, porque la gente los espera. En el cronógrama cívico, eran el número 72 de 82 colegios que fueron aceptados para el desfile 2016.
Los ratones
Por otra parte, tampoco faltaron las pancartas de apoyo para el Central, entre las que sobresalen como siempre el Ratón (mascota del colegio) y el famoso grito de 'soy centralista'.
Todo un show en el estadio
Fue a las 4:35 PM cuando al fin bajo el número 72 con un enorme ratón en su rótulo, el ICVC pudo ingresar al estadio Nacional. Luego de los horables le siguió la Chica del Central 2016, cuadros de danzas, un pelotón, el mejor traje de fantasía y un enorme grupo de pomponeras.
Entonces sonó a todo vapor la primera de las bandas de guerra con la canción 'Fiesta' de la Banda Blanca, seguida de un popurri donde estaban además Los Roland de La Ceiba y hasta Los Gatos Bravos. ¡Orgullo total'.
En la grada, una enorme barra de no menos de 5000 personas que sacaron bombas, bengalas y pancartas con uno de los escudos del colegio.
Pasaron también los ratones. Alumnos orgullos que usaron disfraces de ratón hechas con papelillo. Tras ellos, llegaron los cuadros deportivos del Central (Icevic) en baloncesto, atletismo, fútbol, voleybol y karate.
El mayor gritó obviamente se lo llevaron las palillonas, que se robaron las miradas como antes lo describimos. La canción con la que llegaron fue el Sambunango Teleño de Los Gatos Bravos, La Banana de Kazzabe y Sopa de Caracol de La Banda Blanca. Cuando llegaron al estado presidencial, una de las bandas ejecutó 'Mami qué será lo que quiere el negro' de Wilfrido Vargas.
Pero tranquilos. No podía faltar la interpretación de la inmortal canción 'La Chica del Central'. Todas las bandas de ICVC la ejecutaron a su paso por el estrado presidencia, donde don Juan Orlando Hernández y su gabinete de gobierno bailaron el ritmo de esta característica canción creada en 1968 por el grupo Los Jets.
