TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La ruptura política entre Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Salvador de Honduras (PSH) no generará ningún peligro para Salvador Nasralla en relación a seguir como designado presidencial.
La Constitución de la República establece que un designado no puede ser destituido ya que fue electo democráticamente junto al Presidente.
Por tal razón, Nasralla continuará en su cargo aunque marginado por la administración de Xiomara Castro, como él mismo lo ha denunciado.
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“Solo hay dos formas para que se cambie un designado, la primera es que se le haga juicio político y quede inhabilitado. La otra opción es que la persona justifique que no puede seguir en el cargo por razones de salud u otras y renuncie.
El Presidente no puede destituir designados como sí lo puede hacer con ministros. Van a tener que a aguantar a Nasralla estos cuatro años”, dijo el abogado constitucionalista Raúl Pineda.
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Ruptura
El pasado 14 de octubre, coincidiendo con la firma del acuerdo de la Alianza de Oposición, el designado presidencial dijo que desde su punto de vista, esta ya estaba rota.
Ante esto reaccionó Nasralla, quien dijo que “quien tendría que decir de un fin de la alianza sería en una reunión con la máxima autoridad Xiomara Castro. Me atacan porque soy la piedra en el zapato”.
Tras este escenario, la gran interrogante que ahora surge en muchos sectores es cómo podrán cogobernar si la división entre ambos líderes políticos se sigue profundizando.
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