TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Algunas de las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) desconocen completamente cómo quedó el proyecto de las cosechadoras de agua o se hacen los desentendidos.
Juan Carlos Colindres, de Riego y Drenaje de la SAG, y responsable de la ejecución del proyecto de las cosechadoras de agua, afirmó a EL HERALDO “que todas las cosechadoras de agua en Francisco Morazán están funcionando”.
Partiendo de su versión, la Unidad Investigativa de EL HERALDO visitó varias zonas de Francisco Morazán y se encontró con decenas de cosechadoras que no funcionan.
Para el funcionario, el compromiso de la SAG era construir el reservorio y el de los productores llevar las líneas de conducción del agua e instalar los sistemas de riego.
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Colindres señaló que “al final, los productores se comprometieron en algo y no lo están cumpliendo”.
En el caso de Texíguat, El Paraíso, donde se construyeron ocho cosechadoras de agua y ninguna sirve, el funcionario se quejó por la falta de colaboración del alcalde y culpó a la gente de no querer trabajar.
En ese sentido refirió que “donde los productores son hombres de trabajo -el proyecto- es cien por ciento positivo, pero donde la gente quiere que el gobierno le dé todo, ha sido negativo totalmente”.
Contratos
Sobre las dudas que genera la forma de pago de los contratos, Colindres detalló que a la SAG le sale a 70 lempiras el metro cúbico de excavación.
Este pago es el más barato en comparación con las que hizo Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H) y otras entidades, refirió.
Al consultarle si esto ha mejorado la producción del país, justificó que donde la gente ha trabajado se ha mejorado en un cien por ciento.
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El funcionario reconoció que la SAG tiene alrededor de 400 cosechadoras de agua y de estas “unas 200 o 300 están funcionando, es decir, entre el 50 y el 80 por ciento”.
Recalcó que “donde la gente no quiere trabajar, ni así le den lo que le den. El proyecto no ha sido de total éxito, así de sencillo”.
A pesar que los proyectos se hicieron en propiedades privadas, dijo que “no hay cosechadoras de agua privadas, aquí se trata de ayudar a toda la gente que solicitó un proyecto”.
Cuando una personas solicitaba una cosechadora se iba a ver, y si trabajaba y cumplía los requisitos, se le hacía el reservorio, ese era el esquema, afirmó.
Consultado sobre qué va pasar con todas las cosechadoras que no funcionan, justificó que “hay que darle seguimiento, ahorita casualmente estamos solicitando fondos para darle seguimiento nosotros directamente”, insistió.
Comparó que las cosechadoras en Linaca, Tatumbla y Monte Redondo están funcionando, pero en el corredor seco no están funcionando y se hicieron con los mismos estándares.
¿No es porque están mal ubicadas y porque se hicieron donde no llega el agua?, le consultó EL HERALDO.
“No, eso no, yo te puedo decir y te puedo concretar en un cien por ciento que el problema es la conciencia y el tipo de gente que se benefició, porque muchos productores nos visitaron con el compromiso que iban a poner el sistema de riego y no lo han puesto”.
Consideró que a partir de ahora la mejor alternativa es que se las cosechadoras se entreguen completas, con sistemas de riego y líneas de abastecimiento.