TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Ebal Jair Díaz Lupian, de 49 años de edad, es un pastor evangélico, que apareció en el mundo de la política de la mano del expresidente Juan Orlando Hernández, enarbolando la bandera del Partido Nacional.
Díaz Lupian tiene dos nacionalidades, hondureña y la mexicana, ya que nació en Tegucigalpa el 23 de diciembre de 1973, pero es hijo de un olanchano y su madre procede de Michoacán, México, quienes - según Díaz en entrevistas a medios de comunicación, le enseñaron los valores cristianos.
EL HERALDO conoció en exclusiva este viernes que el gobierno nicaragüense de Daniel Ortega le otorgó la nacionalidad, según una resolución publicada en el Diario Oficial La Gaceta.
Su profesión es de abogado, pero desde el 2005, cuando conoció a Hernández, laboraba como director de titulación del Instituto de la Propiedad (IP), ente donde estuvo hasta dejar el cargo en 2022.
Entre el 2010 y 2014 Díaz trabajó en el Congreso Nacional como gerente legislativo, un puesto para asesorar a Hernández, quien fue elegido como presidente de ese poder del Estado en ese tiempo.
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Cuando Hernández asumió la presidencia de la República, el pastor de un pequeño rebaño de 60 personas en la iglesia Luz del Mundo pasó a ser el Secretario Ejecutivo del Consejo de Ministros (entre los años 2014 y 2017).
Para el segundo período de Hernández (2018-2022) fue nombrado secretario de la Presidencia y se confirmó su figura como hombre de confianza de JOH.
Pese a estar en estos cargos y como evidencia de ser mano derecha de Hernández, también formó parte de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y del Consejo Directivo del IP. Ministerio Público (MP) investiga una serie de supuestos actos de corrupción cometidos mientras estuvo al frente del IP. Incluso, se ha mencionado que pagó cirugías estéticas a presentadoras de televisión, según denuncias las nuevas autoridades del IP.
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En el proceso electoral anterior, Díaz participó como candidato a diputado por Francisco Morazán, quien en las primarias lideraba las proyecciones para ser electo, pero, al darse a conocer una serie de hechos oscuros en la administración pública, no logró conseguir su objetivo.
Para algunos sectores es considerado enemigo de la desaparecida Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih).
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Uno de los mayores actos de corrupción que se le atribuyen es la construcción de casas contenedores en el sector de Lomas del Diamante, al sur de la capital, para atender a los afectados por los huracanes Eta y Iota.
Además, desde que el expresidente Hernández fue capturado para ser extraditado a Estados Unidos, por suponerlo responsable de delitos ligados al narcotráfico, su amigo fiel, es decir, Díaz Lupian, desapareció de toda actividad pública.
Primero se dijo que estaba refugiado en México aprovechando su nacionalidad. Luego se detectaron varias salidas migratorias hacia el vecino país de Nicaragua, donde ha decidido radicar y es oficialmente ciudadano.
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