TEGUCIALPA, HONDURAS
Prestar servicios publicitarios en una bicicleta por toda la ciudad es la innovadora propuesta de un joven capitalino.
Pero la gran pregunta es: ¿cómo proponer de forma interesante la idea a sus clientes?
Sin pensarlo dos veces, el muchacho amante del ciclismo se fue al Fab Lab (Laboratorio de Fabricación), de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), donde la creatividad no tiene límites.
El proyecto comenzó a finales del 2017, con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) a través del Fondo de Innovación.
La CCIT es la primera a nivel nacional en contar con un Fab Lab que está equipada con impresoras 3D, cortadoras láser y computadoras con software de diseño gráfico.
Las primeras invenciones que se desarrollaron en el Fab Lab fueron nueve prótesis de mano ya que el proyecto busca ayudar a las personas que han quedado mutiladas por la violencia y en la ruta migratoria hacia Estados Unidos.
Pero aquí la imaginación no tiene límites, las capacidades van desde hacer prótesis hasta lograr diseños de marcas, figuras decorativas y prototipos de dibujos animados o videojuegos.
A partir de noviembre del año pasado por medio del Fab Lab le han cambiado la vida a varios muchachos que no tenían sus extremidades superiores, pero además, los innovadores han logrado hacer realidad sus ideas y cumplir sus sueños.
Un ejemplo es la bicicleta del gestor de publicidad, quien al tener el diseño de cómo haría el trabajo, ahora logra convencer a sus clientes que su producto ofrece interesantes resultados.
José Luis Rivera, coordinador del Fab Lab de la CCIT, aseguró a EL HERALDO que la iniciativa es apoyar la innovación de los emprendedores en Francisco Morazán.
La impresora y cortadora en 3D permite hacer cualquier figura en materiales como plástico, madera y algunos metales.
Las piezas pueden ser muy pequeñas, como de cámaras fotográficas, de equipo en mal estado de algunas empresas o cualquier creación.
Pero hay otras de tamaño mediano como la prótesis, que son nueve las que han hecho para ocho beneficiados, porque una persona ocupaba para ambas manos.
No obstante, en la actualidad están trabajando en reemplazar las que se les hicieron por otras de mejor material, mayor funcionalidad y que sea algo más duradero.
Gracias al programa del PNUD, a todos estos jóvenes se les está dando un servicio gratuito, afirmó Rivera.
En el caso de los emprendedores, ya hay varias soluciones que se han dado, aparte de la bicicleta; otro muchacho creó un videojuego donde la figura principal es un conejo llamado Tibb AR, mostró el encargado del Fab Lab.
El inventor llevó el diseño y en el Fab Lab se lo hicieron tal y como él se lo había imaginado.
“A partir de eso nos han pedido otras figuras para otras empresas, pero no todas se pueden mostrar porque están en proceso de creación”, afirmó el experto en fabricación digital.
Los costos para desarrollar algún trabajo en el Fab Lab son accesibles, generalmente solo se cobra el gasto del material y el diseño para la sostenibilidad del centro.
“El fin del laboratorio es empoderar a cualquier tipo de individuo, artista, emprendedor o quien sea para que pueda crear cualquier cosa, ya sea para fines sociales o empresariales”, aseguró
El proyecto está diseñado para trabajar por medio de membresías y tener una oferta formativa para que las personas que quieran aprender diseño o impresión en 3D o crear cosas lo puedan hacer. Esto comenzará en los próximos meses.