Honduras

Si cae Maduro, el gobierno de Castro y Libre perderán a su mayor aliado político

Las encuestas posicionan bien a la oposición venezolana liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, pero el oficialismo tiene el control de todo el aparato estatal
26.07.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Una derrota de Nicolás Maduro, en las elecciones venezolanas de este domingo 28 de julio, golpeará políticamente al actual gobierno hondureño y sacudirá al partido en el poder, pero un triunfo los envalentonará, consideran diversos sectores sociales.

Se tiene que claro que el impacto en Honduras será nada más desde el aspecto político, ya que la Venezuela de hoy —por su calamitosa situación financiera a la que fue arrastrada por las medidas de los gobiernos de Hugo Chávez y Maduro y por las sanciones de Estados Unidos— sin la bonanza de los petrodólares ya no realiza mayores aportes económicos a sus aliados.

Para Carlos Hernández, representante de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), nadie desconoce la simpatía y la confraternidad que hay entre altos funcionarios del gobierno de Xiomara Castro con el régimen de Maduro, por lo tanto, lo que suceda en las elecciones en Venezuela va a tener una repercusión no solo a nivel de Honduras, sino de todo el continente, sobre todo en materia de democracia.

Pero si el oficialismo venezolano triunfa, seguramente los seguidores de ese régimen en Honduras se pueden envalentonar y quizás busquen estimular el uso de las mismas prácticas para mantenerse en el poder, advirtió.

Hernández detalló que una delegación de la izquierda hondureña ya está en Venezuela como observadora, pero las autoridades electorales de ese país no permitieron su ingreso, así como de académicos de otras nacionalidades. “Eso ya dice mucho. Esperamos que eso no se vaya a querer replicar en las próximas elecciones hondureñas”, criticó.

En su momento, cuando Venezuela vivía la bonanza del petróleo y no habían quebrado sus plantas, Honduras recibía algunos aportes, “pero en este momento lo que recibimos son a los hermanos venezolanos que van huyendo camino hacia Estados Unidos”, lamentó Hernández.

No obstante, Eugenio Sosa, sociólogo y actualmente director del Instituto Nacional de Estadística (INE), consideró que a todos aquellos gobiernos, de alguna forma progresistas o de izquierda, les toca manejar una relación bastante tensa con Estados Unidos.

La idea de la intervención norteamericana de alguna manera en Venezuela y en América Latina ha fracasado. Venezuela ha mantenido ese ejemplo para los otros países, de poderse plantar, de no permitir ese tipo de injerencia tan fuerte. Entonces, una posible caída de Maduro fortalecerá la tendencia de derecha en Latinoamérica, proyectó.

La segunda reflexión es que, “a nivel meramente interno, doméstico, en la política interna nuestra, yo no creo que el impacto sea tan grande porque Venezuela hace rato que no tiene la capacidad de apoyo y de marcar la agenda de América Latina como lo hizo Chávez”.

Es decir, con toda la capacidad y la fortaleza del ALBA (Alternativa Bolivariana para América Latina) los recursos que Venezuela colocaba, hoy no los coloca. Aún en este gobierno de la presidenta Xiomara Castro, “no creo que estemos recibiendo grandes apoyos (económicos), no hay posibilidades”, explicó.

A criterio del sociólogo, Venezuela tiene una crisis. Así que no ve una mayor influencia. “Más bien creo que si pierde Maduro y hay un traspaso de poder normal, sin violencia, en el fondo va a ratificar la necesidad del fortalecimiento de la democracia”.

“No importa con qué, como dijo el presidente Lula da Silva, pues cuando se pierde, se pierde. Y creo que esta idea es sana para la izquierda, que debe fortalecer la democracia y debe ser practicada también por la misma derecha”.

Seguro que la derrota de Maduro será un triunfo celebrado por la derecha, pero esto es un ciclo “donde a veces avanza la izquierda y a veces retrocede; avanza a la derecha y a veces retrocede. Después de la caída del chavismo, la izquierda bajó, luego comenzó a recuperar terreno, pero hay mucha tensión, porque también la derecha recupera los espacios perdidos”.

Lo que se ve ahora es una disputa más equilibrada. La izquierda se ha mantenido en México y Nicaragua. Se recuperó en Chile. Ahora en Venezuela está en discusión. En tanto, la derecha avanzó en Uruguay, Argentina, Ecuador y El Salvador, analizó Sosa.

Manuel Zelaya y su hija Hortensia Zelaya siempre han mostrado su admiración por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Un ambiente tenso y lleno de esperanza

El ambiente a nivel de Venezuela es de tensión, pero también de optimismo y esperanza. Un total de 21.3 millones de venezolanos tienen en el voto su destino, el de su familia y el de su país.

Después de dos décadas de dictadura y de ir por un camino incierto y lleno de espinas, esta vez los opositores guiados por María Corina Machado y el candidato presidencial Edmundo González Urrutia, aparentan haber perdido el miedo a las represalias del oficialismo.

Sin duda, dicen los expertos nacionales e internacionales, los resultados de estas elecciones tendrá sus efectos en una democracia hondureña y latinoamericana, en las últimas décadas socavadas por ciertos gobernantes que llegaron al poder mediante el voto popular, pero luego dieron un giro hacia el autoritarismo.

La expectativa de lo que pueda pasar este próximo domingo en Venezuela crece tanto a nivel continental. Ciudadanos, analistas, políticos y académicos —de diversas ideologías— discuten esta misma temática en distintos foros, concluyendo con una retahíla de proyecciones.

Tras años arrestando a los opositores e inhabilitando a otros, esta vez las encuestas no le favorecen a Maduro, quien aparece 20 puntos por debajo de González, su máximo contendor, pero no se puede obviar que el oficialismo tiene en sus manos el poder, el control del Consejo Electoral, a los militares y busca hacer del miedo su aliada.

Recientemente, Maduro advirtió que si no gana los comicios en Venezuela habrá un “baño de sangre”, a lo que su par brasileño Ignacio Lula da Silva le respondió que “debe aprender que el que gana se queda, el que pierde se va”.

De la misma forma lo cuestionó el expresidente argentino Alberto Fernández, por cuya opinión las autoridades electorales venezolanas le cancelaron la acreditación como observador.

Según la consultora internacional Elizabeth G Kennedy, la democracia en general, en nivel global, ha estado bajo ataque. Han ocurrido varios retrocesos en muchos países, inclusive en los Estados Unidos.

Recordó que en Venezuela, Maduro se ha quedado en poder varios años sin el voto popular. Si en las próximas elecciones el pueblo venezolano determina que otro candidato llegue al poder, sería un apoyo para la democracia en la región.

Pero también en los Estados Unidos hay una amenaza fuertísima. “Los peligros que podrían existir con un candidato que está condenado como criminal. Entonces eso no sería ideal si gana la elección, porque ya va a ser un país con mucho dinero, muchos poderes internacionales, liberado por un hombre condenado de ser criminal y de haber participado en violencia sexual contra la mujer”, cuestionó la consultora.

Una derrota de Nicolás Maduro, este próximo domingo, golpearía al partido Libre, pero un triunfo los fortalecería.
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Sin fraude gana la oposición

De acuerdo con el analista Jorge Yllescas, el 64 por ciento de los electores venezolanos están con la oposición, por lo que si no hay un gran fraude Maduro pasará a la historia.

El Consejo Nacional Electoral de Venezuela, por muchos años uno de los mejores del continente, pero degradado por el chavismo, esta vez ha garantizado unas elecciones transparentes, manifestó.

“Si el fraude no es tan gigantesco, no hay ninguna duda que gana González. Por un lado, eso va a tener indudablemente una repercusión muy fuerte en América Latina, particularmente en Cuba, porque Cuba es un país que está sostenido fundamentalmente por Venezuela”.

Por otro lado, también impactará en Honduras, porque “don Manuel Zelaya, su señora Xiomara Castro y doña Rixi Moncada han dicho que el modelo de ellos es el venezolano y cubano; sistemas colapsados totalmente. Pero el mayor golpe lo recibirá Cuba, Nicaragua y el Foro de Sao Paulo”, proyectó Yllescas.

De acuerdo con este analista, los aportes que Venezuela actualmente le está dando al gobierno hondureño son estrictamente políticos. “Tengo entendido que hay venezolanos y cubanos asesorando al gobierno. No le puedo dar nombres, pero eso se maneja en los círculos políticos”, aseveró.

Igualmente, el analista Miguel Cálix, con base a lo expuesto en el informe del Barómetro de las Américas en cuanto al debilitamiento de las democracias en Honduras y el continente, opinó que los resultados de las elecciones en Venezuela pueden marcar un antes y un después, así como los desafíos que deberá enfrentar el sistema.

Él ve como preocupante que una buena parte de la población hondureña, según este estudio, crea que la salida para un gobierno que se sale de control en términos de corrupción y gobernabilidad sea la medida de la fuerza como un golpe de Estado y no una salida democrática.

En medio de estos contextos regionales conflictivos e inciertos, el escenario venezolano, donde los votos o el fraude decidirán el futuro de un pueblo está listo y la hora para que se devele todo se acerca cada minuto, ¿será capaz esta sociedad de liberarse de la tiranía o seguirá el camino hacia su propio apocalipsis? Esa es la pregunta en el ambiente latinoamericano.

De acuerdo con los medios de comunicación internacionales, la oposición con Machado y González a la cabeza ha realizado su mejor trabajo, mientras que en el otro extremo Maduro ha hecho de todo para torpedear un proceso electoral transparente, incluso con el respaldo de algunos capitalistas extranjeros que ven en el gobierno chavista una mejor oportunidad para hacer negocios.

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