Tegucigalpa, Honduras.- El personal de salud que lucha contra las enfermedades en el departamento insular del país ayer abandonó gradualmente el Hospital Roatán, debido a la negativa de las autoridades sanitarias de reajustar sus salarios en un 25%.
Mayra Martínez, presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeros y Enfermeras Auxiliares de Honduras (ANEEAH) en la región, declaró: “Hemos decidido abandonar el área de Observación, ya dejamos Pediatría y, en términos generales, ya estamos retirándonos de diversas áreas”.
Martínez aseguró que junto a sus compañeros hoy no darán más consultas, ni en los centros de salud se atenderá porque se sienten abandonados por la Secretaría de Salud (Sesal) al no atenderles su petición.
La misma situación podría extenderse al departamento de Gracias a Dios, donde los enfermeros también enfrentan una crisis, pero siguen en asambleas.
El personal de salud en La Mosquitia expresó que llevan desde 2022 solicitando el aumento, argumentando que no es un “capricho” sino una necesidad urgente debido a las condiciones laborales y al costo de vida en esas zonas remotas.
El retiro de los enfermeros pone en jaque a un sistema de salud que enfrenta grandes desafíos, donde los recursos son limitados y el personal es escaso para atender a una inmensa población. Las autoridades de salud siguen sin dar respuestas.