'Viva el pino por siempre en la tierra, que benigna la vida nos dio...', estos versos escritos por Luís Andrés Zúniga, declaman la vida de los bosques y la importancia que tienen para el país.
Este himno emblemático, que es cantado cada 30 de mayo en las escuelas de la nación, conmemorando el Día del Árbol, no ha podido ayudar a que las nuevas generaciones tomen conciencia de las consecuencias de no cuidar los bosques.
Ante esta situación, los efectos del cambio climático también han golpeado de manera directa a los bosques de pino en el país. Especialmente en el 2016, cuando una plaga de gorgojo descortezador afectó 509 mil hectáreas de pino. Esto significó el 22.51 por ciento de los bosques.
En la actualidad la plaga se ha controlado en un 99 por ciento.
'El departamento de Olancho fue el que más daño sufrió, seguido por los departamentos de Francisco Morazán, El Paraíso, Comayagua, Yoro, Santa Bárbara y algunos sitios en la zona de occidente', explicó Juan Barrios, coordinador de Control de Plagas del Instituto de Conservación Forestal (ICF).
Por otra parte, los incendios forestales también han contribuido en gran parte a que la cantidad de bosques hondureños se reduzca.
En lo que va de este año se registran al menos 850 incendios forestales, los que han dañado 34 mil hectáreas de bosque.
'Esta es una cifra baja en comparación a con los incendios que se han tenido históricamente en el país', mencionó Barrios.
En el 2016 se registraron 70 mil hectáreas de bosque dañadas por incendios forestales.