TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Con la construcción del aeródromo de Río Amarillo en Copán se proyectó la llegada de 180,000 turistas al año, pero los vuelos no llegaron y en su pista solo aterrizan aviones militares.
La construcción del proyecto costó alrededor de 120 millones de lempiras, pero actualmente está abandonado y hasta deben 3,180 lempiras de agua potable.
Situación similar pasó en el aeródromo de Tela, donde se invirtieron 45 millones de lempiras en la ampliación de la pista a 1,600 metros y se construyó una terminal para los viajeros que nunca llegaron.
El lugar había estado abandonado durante 30 años se remodeló y cuatro años después volvió a caer en la misma situación.
La proyección en la ciudad turística era tal que se anunció en su momento que la pista iba ser ampliada a 2,100 metros para que aterrizaran aviones Boeing 737 con capacidad para 180 pasajeros. La emoción duró poco y el lugar no está funcionando.
En el aeródromo de El Aguacate, Olancho, por su parte se esperaba a miles de turistas interesados en visitar Ciudad Blanca, para eso la Alcaldía y el Gobierno invirtieron 37 millones de lempiras, pero el reporte de vuelos apenas registró la llegada de aviones de los militares.
En Trujillo, ciudad con una belleza escénica impresionante la pista es utilizada por vehículos, personas, vacas, ovejas y garzas, pocos aviones.
En total la inversión en la red de aeródromos le costó al Estado más de 220 millones de lempiras en pistas y terminales que están solo decorando.
La construcción de estos aeródromos estuvo a cargo de ingenieros de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), pero promovidos enérgicamente por la Secretaría de Turismo, hoy en día ambos buscan reactivar los vuelos, pero el 90% son aterrizajes y despegues militares.
Además: Unos 220 millones de lempiras invirtió Honduras en aeródromos que no se usan
Alrededor de5 años abandonados tienen los aeródromos que mandó a construir el gobierno, pero nunca hubo vuelos. |
Planificación
¿Cómo comenzó este proyecto? Fuentes de la Unidad Investigativa de EL HERALDO informaron que el gobierno al analizar el Acuerdo de Cooperación para la Facilitación y Desarrollo de las Operaciones Aéreas entre los Gobiernos de la República de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, suscrito en el 2008, vieron que sería buena opción tener pistas acondicionadas en el territorio.
Este acuerdo ordena que los vuelos entre los estados miembros operen como locales y así poder promover el turismo en la región centroamericana.
Honduras dispuso abrir sus aeródromos, pero solo Guatemala mostró interés, sin embargo, esto generó un problema porque estaban entrando muchas personas sin control, debido a que estas terminales no tienen registros migratorios reales.
Los estados miembros decidieron volver a sentarse a analizar el acuerdo y determinaron que los vuelos deberían llegar primero a un aeropuerto internacional, para que los pasajeros fueran chequeados y luego volar a cualquier aeródromo.
Así se hizo una millonaria inversión y desde el 2014 se comenzó la construcción de una importante red de aeródromos.
El primero en inaugurarse fue el aeródromo de Celaque, en Lempira, con una inversión de 30 millones de lempiras.
La pista mide 1,200 metros de largo y su capacidad es para aviones de unos 80 pasajeros, pero en los cinco años de estar funcionando, el único que aterriza seguido es el mandatario.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO solicitó por la Ofician de Transparencia un informe detallado de los vuelos que aterrizan en los aeródromos, pero no existe registro de las operaciones de las pistas.
Un año después, para ser exactos, en marzo del 2015, el presidente inauguró el aeropuerto de Río Amarillo con un costo de 80 millones de lempiras.
A la pista de 1,400 metros de longitud se proyectaba la llegada de 180,000 turistas al año, debido a que allí se encuentran las ancestrales Ruinas de Copán y es considerada una de las cunas de la cultura maya.
La obra hasta la actualidad fue un fracaso, según pobladores de la zona, al principio llegaron uno aviones promovidos por el mismo gobierno, pero ahora la pista de concreto hidráulico pasa abandonada, solo unos militares la cuidan.
Desperdicio
Las inauguraciones continuaron en los siguientes años, con la participación de las autoridades de Turismo, quienes aseguraban que los viajeros iban a caer del cielo todos los meses. En mayo de 2015 se llegó a Tela, una de las zonas turísticas más atractivas de Caribe hondureño, donde se restauró el aeródromo que tenía 30 años abandonado, pero ahora el olvido es de 34 años, debido a que tampoco arribaron vuelos.
La inversión fue de 45 millones de lempiras, porque se amplió la pista a 1,600 metros y se construyó una terminal para los viajeros que aterrizarían en caribeña la zona.
Las autoridades esperaban recibir aviones de 80 pasajeros todas las semanas y en los años próximo ampliar la pista a 2,100 metros para recibir aviones Boeing 737 con capacidad de hasta 180 pasajeros.
En el 2016 se comenzó a operar nuevamente la pista de El Aguacate en Catacamas, Olancho, donde las inversiones suman alrededor de 37 millones de lempiras entre autoridades municipales y del gobierno central.
Pero nada de esto fue realidad, ya que las personas se extrañan cuando llegan una aeronave, los únicos vuelos que aterrizan son los de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH) y una avioneta privada que llega dos o tres veces al año.
Para el 2017 se inauguró la remodelación de la pista de Choluteca, donde se estima una inversión de unos 30 millones de lempiras (dato no confirmado por las autoridades de Defensa).
Este aeródromo funcionó de gran manera cuando se realizaban las mejoras de la carretera de Tegucigalpa a Choluteca, pero luego cayó en el olvido. Actualmente la alcaldía de Choluteca solicitó hacerse cargo del inmueble para promoverlo.
Solo en estas pistas se estima una inversión que supera los 220 millones de lempiras en los últimos cuatro años, pero no han retribuido en desarrollo.
Mientras que en Trujillo, Colón, los habitantes de la zona sueñan con una terminal con todos los estándares internacionales, ya que los turistas la demandan.
Aquí la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) ha recomendado que no se realicen vuelos comerciales, pero ante la necesidad, algunos empresarios aterrizan arriesgando sus vidas.
En la zona de Trujillo también caen las aeronaves de las FF AA hondureñas y la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo de la Armada de Estados Unidos.
El alcalde de Trujillo, Héctor Mendoza, afirmó EL HERALDO que existe el proyecto de construir un aeropuerto en unos terrenos que iba a donar, Ramón Lobos Sosa, pero debido a los problemas que ha tenido con la justicia hondureña, el proyecto está detenido.
Una fuente de la AHAC, informó a la Unidad Investigativa de EL HERALDO, que mientras las autoridades no establezcan un plan con todos los requerimientos como aduanas, servicios migratorios, seguridad aeroportuaria y torres de control con navegadores aéreos, el proyecto no funcionará.
AterrizajeSolo operaciones de los militares se observa que se desarrollan en las modernas pistas que eran con fin comercial. |
Aeródromos listos para que lleguen las líneas aéreas
Ahora que los aeródromos ya están construidos, nadie quiere hacerse cargo de ellos, quienes los manejan son las Fuerzas Armadas (FF AA) y las alcaldías que poco o nada saben de la aviación comercial.
Wilfredo Lobo, titular de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC), habló con EL HERALDO sobre el tema y afirmó que ellos tienen que ver con la seguridad operacional, pero que lleguen vuelos comerciales corresponde a Turismo y a las alcaldías.
A continuación la entrevista...
¿Qué ha pasado con los aeródromos que se construyeron?
Nosotros somos seguridad operacional, como Aeronáutica nosotros no administramos aeródromos, porque no podemos ser juez ni parte, es como que administráramos los aeropuertos internacionales. Pero los aeródromos están allí, fueron construidos y por alguna razón no llegan las líneas aéreas, dicen que no es rentable para ellos.
¿Quién tiene el control de estas pistas?
Algunos de los aeródromos son administrados por las alcaldías y otros están bajo el cuidado de las Fuerzas Armadas y en caso nuestro, no tenemos que ver en la administración de los aeródromos.
¿Pero todos reúnen las condiciones para operar?
Sí, definitivamente, los aeródromos están listos allí, ahora si por alguna razón ha crecido el monte u otras dificultades, como le digo, como aeronáutica no los administramos.
¿Tienen condiciones para que puedan llegar pasajeros?
Tienen todo para poder operar y permitir la conectividad del país, el de Copán tienen una terminal preciosa, Choluteca también, pequeña pero muy acondicionada, todos están listos, solo es cuestión que las líneas aéreas lleguen allí, pero es un tema fuera del ámbito de Aeronáutica Civil.
¿No han habido vuelos comerciales desde que se hicieron?
En Choluteca sí, si se recuerda cuando estuvieron haciendo la carretera estuvo volando una línea aérea, una vez que se terminó la carretera, la gente prefiere andar en carro, pero es cuestión de cultura, en Honduras no nos gusta volar mucho.
¿Han quedado como adorno, es una inversión botada?
No están botados, la visión del presidente en este momento es abrirlos a los países de la región, para que vengan turistas a esos aeródromos, pero esto tienen que ser un trabajo conjunto entre Turismo, las cámaras de comercio y las autoridades de cada municipio.