Tegucigalpa, Honduras
El control y gobernabilidad que ejercen los menores infractores en los centros donde están internos se acabará muy pronto. Las nuevas instalaciones que se construyen para concentrarlos llevan el mismo patrón de diseño de los nuevos centros penitenciarios edificados en el país.
La única diferencia es que se están cumpliendo las normas internacionales sobre los derechos de los niños.
La construcción de un moderno centro de internamiento para los niños infractores, con todas las medidas internacionales, avanza en más de un 50 por ciento.
La edificación ya sobresale en la comunidad de Jalteva, Cedros, a más de 60 kilómetros al norte de Francisco Morazán.
En Honduras funcionan cinco centros que albergan a menores infractores que han cometido graves faltas o crímenes y han sido castigados conforme a ley.
A estos menores generalmente se les restringe su libertad por haber asesinado, por violación, robo, portación ilegal de armas y, sobre todo, por el delito de extorsión.
Otro gran grupo de menores de 12 años en adelante están internos porque son integrantes de maras y pandillas y obedeciendo a sus jefes cometieron una serie de crímenes.
Por años su comportamiento en los centros ha sido violento, tomando el control y amenazando a sus autoridades, sobre todo en Renaciendo y Los Cobras en Tegucigalpa, donde están albergados la mayoría de integrantes de la pandilla 18.
En San Pedro Sula la situación es parecida, ya que la Mara Salvatrucha (MS-13) tiene control sobre las instalaciones del Centro El Carmen.
Por eso, las autoridades han instalado cercos de militares y policías.
Las únicas instalaciones donde las autoridades trabajan con un poco de paz son el Centro Sagrado Corazón de las niñas y Jalteva, donde los muchachos realizan actividades de reinserción social.
Cambios
Pero los cambios en el sistema penitenciario del país también alcanzarán a los menores infractores.
EL HERALDO visitó el lugar donde se trabaja en la edificación para el nuevo centro de menores infractores.
Las autoridades afirmaron que la primera etapa avanza de forma acelerada y esta semana se tomarán acciones para acelerar los trabajos y que esté listo en noviembre próximo.
“Este proyecto es de seguridad nacional”, dijo uno de los arquitectos al equipo de EL HERALDO que llegó a la zona.
Las obras se realizan bajo puerta cerradas, un cerco de lámina de zinc impide ver a detalle qué es lo que se construye.
Según los edificadores, el centro está diseñado para lograr la reinserción social de los muchachos, cumpliendo con todos los estándares internacionales, tal y como lo mandan las convenciones de los derechos de los niños. La construcción del primer módulo en su primer nivel ya está terminada y se están afinando detalles en el segundo piso.
Luis Suazo, viceministro de la Secretaría de Seguridad, detalló a EL HERALDO que son ocho módulos que tendrá el centro, cumpliendo con los convenios internacionales.
Adentro del extenso terreno y en los módulos se construirán bibliotecas, aulas y habrá espacio para esparcimiento.
A la par del edificio se construirán la aduanas de ingreso, que ahora será mucho más riguroso. Habrá varias estaciones de entrada para ejercer un mayor control, un cerco perimetral y fuertes medidas de seguridad con tecnología de vigilancia como cámaras y monitores.
Concentración
La primera etapa está diseñada para albergar a unos 400 muchachos, luego se espera acondicionarlo para unos 1,000.
El modelo que se ha seguido es para desarrollar un proceso de rescate de la juventud en conflicto con la ley.
La visión del gobierno, dijo Suazo, es concentrar a la población menor en el centro de Jalteva, pero se están analizando todas las alternativas.
En la actualidad la población de jóvenes que están privados de libertad es de aproximadamente 437, por lo cual es imposible que haya hacinamiento en el nuevo centro.
En Jalteva, de momento, se prevé el traslado a finales de este año de unos 180 jóvenes de Renaciendo y de unos 40 que albergan en Los Cobras.
Estos dos centros son los más complicados para el sistema de justicia de los menores en conflicto con la ley.
Las autoridades tienen en su plan acondicionar dentro del centro de Jalteva un hogar especial para las niñas.
Tampoco se descarta que los Menores de San Pedro Sula puedan ser enviados al nuevo centro, pero estas decisiones aún están bajo estudio.
En los ocho módulos independientes se podrá separar a los muchachos por grupos etarios, es decir, por edad.
Por ejemplo, en un módulo estarán los pequeños de 12 a 14 años, en otro los de 14 a 16 y los más grandes de 16 a 18 años o más.
Además se tiene previsto hacer la separación de grupos rivales, para evitar el comportamiento violento de los menores adentro de las nuevas instalaciones.
Por ejemplo, la MS-13 estará en su propio módulo, igual pasará con los integrantes del Barrio 18, el Combo que no se deja, Los Chirizos y otros.
Esta separación será completa y estricta, aseguró Suazo, ya que las instalaciones están diseñadas para que estén completamente separados los unos de los otros.
No habrá relación en ninguno de los espacios y cada joven será formado de acuerdo a su edad y capacidades. “Esto nos permite la flexibilidad del manejo de ellos conforme a los convenios internacionales de los cuales Hondura es parte y de nuestra legislación interna”, detalló Suazo.
Formación
A la par del proceso de construcción del nuevo centro, el Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI) trabaja en la selección y formación del personal que atenderá a la población infantil. En estos centros no existirán agentes penitenciarios, sino que orientadores.
Tampoco habrá celdas de castigo, con el nuevo sistema las autoridades deben ejercer su trabajo de orientación y control educativo.
Según Suazo, el desorden en los centros para menores infractores es parte del comportamiento de los muchachos y en eso se estará trabajando.
“Este centro será un pionero en la región, cada país tiene manejos diferenciados y nosotros nos estamos asegurando de respetar todos los convenios internacionales que Honduras ha suscrito en el manejo de menores infractores”, explicó Suazo. Afirmó que va a ser un centro que operará de forma diferente y se quiere llevar a un nivel de certificación internacional, por eso están cumpliendo todos los requerimientos.
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