Las maras y pandillas en la última década y media se han convertido en una verdadera pesadilla para el pueblo hondureño, siendo las Mara Salvatrucha y Barrio 18 las más violentas.
Los esfuerzos policiales y la creación de nuevos entes encaminados a desarticular estos grupos delictivos si bien han sacado de circulación a varios cabecillas, también han llevado a la dispersión de los mismos.
Tras el surgimiento de estos grupos denominados por las autoridades como 'Bacrim', entre ellos Los Chirizos y El Combo que no se deja, han aumentado los delitos principalmente en sectores aledaños a El Pichachito como colonia El Japón, barrio El bosque, El Edén 2, barrio Buenos Aires, El Chile y colonia El Porvenir.
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Pero también hay presencia de estas maras en la colonia 14 de Febrero y barrio El Pastel en Comayagüela; asimismo en sectores más alejados como barrio El Edén 1 aledaño a la Flor del Campo, según el Informe Viviendo Entre Maras, de la Unidad Digital de Innovación de El Heraldo con información del Instituto Nacional de Estadísticas y la Secretaría de Seguridad.
Las pandillas menores operan a través de la distribución de drogas, la extorsión de comercios menores como pulperías y barbería y el sector transporte.
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Incidencia de delitos
Dos menores de edad fueron detenidos en febrero reciente por integrar presuntamente la banda de Los Chirizos. Los jóvenes de entre 16 y 17 años fueron hallados en posesión de dinero producto de extorsiones.
También fue detenida una mujer que era conocida con el alias de La Tesorera, junto a dos integrantes más de la pandilla.
En marzo otra mujer fue detenida también vinculada a este grupo y a la extorsión. El 5 de abril, un bus rapidito fue incendiado presuntamente por Los Chirizos.
Gobierno suma nuevos esfuerzos
La Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas anunciada por el gobierno de la República recientemente contará con apoyo del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, siglas en inglés).
Análisis de la Policía Nacional, a los que tuvo acceso EL HERALDO, indican que las maras y pandillas que mantienen presencia en Honduras son la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, pero además existen las bandas criminales denominadas “Bacrim”, que son pequeños grupos criminales locales que se dedican al sicariato, extorsión y otros delitos, pero se hacen pasar por pandilleros.
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