Recibir el Año Nuevo en familia es el deseo que este viernes movía a decenas de pobladores de la capital hondureña a sus lugares de origen, en el norte, sur y oriente del país.
Las terminales de autobuses en Tegucigalpa y Comayagüela eran abarrotadas esta mañana por adultos y niños, y eran insuficientes ante la demanda que superaba la capacidad de las empresas de transporte.
Usualmente, para esta temporada, los autobuses salen en lapsos menores a los acostumbrados, pero aún así varios pasajeros debían esperar esta mañana la llegada de la unidad que lo traslade a su lugar de destino.
Cargados con maletas, cajas y regalos, los viajeros comenzaron a llegar desde temprano a las terminales terrestres que conducen hacia los cuatro puntos cardinales de Honduras.
El mayor flujo de viajeros se traslada hacia el sur y oriente de Honduras.
La capital hondureña cuenta con una población de más de un millón de habitantes, pero un número importante procede del interior. En su mayoría son gente en edad económicamente activa o estudiantil.
Como ocurre durante esta temporada, las autoridades hondureñas realizan operativos
para evitar abusos contra los usuarios en el sector transporte.