TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El hondureño Mario Rojel Urbina Miranda se convirtió en el extraditado número 38 tras ser entregado a las autoridades de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) la mañana de este viernes en la Base Aérea Hernán Acosta Mejía.
Resguardado por un fuerte contingente policial, en cielo y tierra, Urbina Miranda dejó la celda en la que permanecía recluido dentro de la Dirección de Fuerzas Especiales, mejor conocido como Los Cobras, desde febrero de este año.
A su llegada a la Base Aérea pasaron unos minutos y finalmente fue entregado ante los agentes de la DEA que llegaron a Honduras la tarde del jueves.
Minutos más tarde, Urbina Miranda subió a la aeronave que lo trasladará hasta el estado de Virginia, donde lo acusan por tráfico de drogas y lavado de activos.
Alias “Marito” era parte de una organización criminal derivada del clan de los Valle Valle en Copán, la que se le conoció como “Nueva Generación”.
Mario Rojel Urbina Miranda es el cuarto hondureño que es extraditado hacia los Estados Unidos en lo que va de 2023. En total 38 personas han sido extraditadas a EE UU y otros países con los que Honduras tiene acuerdos.
Acusación de Estados Unidos
De acuerdo a las investigaciones de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), a Urbina Miranda se le relaciona con los hermanos Valle Valle y su grupo en actividades de posesión y distribución de cocaína hacia México y Estados Unidos, así como en actividades de lavado de dinero para la misma organización criminal.
Su acusación en la Corte del Distrito Este del Estado de Virginia fue presentada el 19 de junio del año 2014, y la orden de captura por parte del Juez de Extradición designado fue emitida en ese mismo año y actualizada en su última versión en septiembre de 2022.
Mario Urbina en el cartel de los Valle Valle
El narcotraficante Urbina Miranda fue una pieza clave en el cartel de los Valle Valle, para enviar cientos de kilogramos de cocaína a Estados Unidos.
Mario Urbina, de 40 años, fue un hombre muy cercano de los principales cabecillas del clan; Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle, que jugó el papel de sicario, lavador de activos y traficante de drogas a gran escala.
Documentos federales revelan que Urbina manejó su propia estructura criminal a lo interno del cartel de los Valle, que no solo se dedicó al narcotráfico sino que también al sicariato. Los investigadores detectaron que el 9 de febrero de 2014, Arnulfo Valle y Mario Urbina enviaron 513 kilogramos al capo guatemalteco José Manuel Morales alias “El Che”.
Ese mismo día, Arnulfo Valle instruyó a Urbina a cobrarle el costo del cargamento por un monto de 6.4 millones de dólares, por el transporte de los kilos de coca. Tres días después, enviaron otros 200 kilos de coca a Guatemala.
Los fiscales estadounidenses en sus investigaciones afirman que lograron identificar que Mario Urbina y otros capos, transportaron dos vehículos cargados de dólares desde Guatemala hasta Florida, Copán.