TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Cuestionadas determinaciones judiciales y el nuevo Código Penal abonarán para que la impunidad se mantenga en el país, afirman expertos.
En los últimos seis meses, la justicia hondureña ha favorecido a señalados en escandalosos casos de corrupción. El primer caso se refiere a la repetición del juicio instruido a la ex primera dama Rosa Elena Bonilla de Lobo y su exsecretario privado, Saúl Escobar, implicados en el desvío de más de 12 millones de lempiras de las arcas estatales.
La Sala Penal ordenó repetir el juicio por quebrantamiento de forma, lo que obliga a la Corte de Apelaciones en Materia de Corrupción a designar a un nuevo tribunal para conocer el nuevo proceso. Bonilla de Lobo y Puerto se defienden en libertad.
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El segundo caso se refiere al sobreseimiento definitivo dictado a favor de 22 implicados en el caso Pandora, que drenaron 282 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura.
La medida judicial fue adoptada por una Corte de Apelaciones conformada por los magistrados de la CSJ, Edwin Ortez, Jorge Zelaya y María Castro. Ambos casos fueron presentados con el acompañamiento de la Maccih.
“Esto es parte del guión de desarticular todo lo que ha hecho la Maccih en los últimos dos años. Hay una clara intención de dejar a todo mundo libre y tener a todo mundo feliz en términos políticos para que vuelvan a participar en las elecciones y quedar impunes”, aseveró Léster Ramírez, dirigente de la sociedad civil.
El último caso es la liberación de Mario Rojas, tío de Mario Zelaya, y sentenciado a 15 años de prisión por el saqueo al IHSS.
Un Juzgado de Ejecución lo liberó haciendo uso de la figura de la libertad condicional contemplada en el nuevo Código Penal.
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