Tegucigalpa, Honduras
La fuerza trinacional contra maras y pandillas que se pretende formar en el Triángulo Norte tendrá la difícil tarea de hacerle frente a unos 70 mil miembros de estos grupos criminales.
El pasado 28 de julio, el presidente de la República, Juan Orlando Hernández, propuso la creación de este grupo de respuesta y combate que estaría a lo largo de las fronteras de los tres países.
Como parte de la conformación de esta estrategia, Hernández visitó al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, a quien le planteó la necesidad de crear esta fuerza, que sería integrada por diferentes agencias de seguridad de los tres países.
De igual forma, una comitiva hondureña viajó por orden de Hernández a El Salvador para presentar la iniciativa ante altos funcionarios de ese gobierno.
El objetivo de este grupo será frenar el flujo de miembros de estos grupos criminales que, según Hernández, están cruzando las fronteras para cometer actos delictivos.
Además, con el flujo de información entre los países se busca lograr efectividad en las capturas de los delincuentes y contrarrestar sus acciones.
Para sentar las bases de este grupo ya se realizaron encuentros entre los fiscales, ministros de seguridad y defensa de los tres países.
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Misión
Y es que la tarea de frenar estos grupos no será nada fácil, tomando en cuenta el número de miembros de maras y pandillas versus los grupos armados de estos tres países.
De acuerdo a datos citados por la revista especializada InSight Crime, y que fueron otorgados por el Comando Sur de Estados Unidos, en el Triángulo Norte hay aproximadamente unos 70 mil miembros de maras y pandillas.
Una buena parte de estos criminales se encuentran dentro de Honduras, aunque las cifras no son exactas.
Un informe sobre maras y pandillas en Honduras, realizado por InSight Crime y la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), con apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), detalla cinco diferentes cifras de esta población.
Para el caso, USAID sostiene que unos 36 mil miembros de maras y pandillas se ubican en el país.
Arroja también cifras obtenidas a noviembre de 2015 de la Policía Nacional que detallan una existencia de 25 mil personas integrantes de estos grupos.
Mientras la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) señala que son 12,000 miembros activos, de estos 7,000 son de la Mara 18 y 5,000 de la MS-13 (Mara Salvatrucha).
Otras cifras revelan una existencia entre 6,000 y 4,000 miembros.
El informe también apunta que si bien hay hechos delictivos de maras y pandillas en todo el país su mayor influencia está en tres ciudades: Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba. Aquí se han distribuido prácticamente todo el territorio.
Revelan que solo en Tegucigalpa la pandilla 18 opera en 150 barrios y colonias (la mayoría del sur de la ciudad), mientras que la MS en 70. En otros 12 barrios y colonias hay presencia de ambos grupos.
Mientras que en San Pedro Sula la 18 está localizada en 22 colonias, en 11 de estas también hay presencia de la MS-13, lo cual es razón de matanzas. De manera exclusiva, la Mara Salvatrucha está ubicada en 58 barrios y colonias de la capital industrial.
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Delitos
Las maras y pandillas son responsables de una buena cantidad de muertes violentas en el país.
Pero el informe detalla que no hay datos que evidencien cuántas muertes se derivan o se vinculan directamente a la problemática de las maras y pandillas.
Lo que sí es concluyente es su participación en el delito de la extorsión.
El documento dice que “todas las maras y pandillas principales en Honduras dependen de la extorsión al transporte público”. El documento detalla que solo en Tegucigalpa pueden tener ganancias millonarias por año.
Además, afirman que “es posible que haya colusión de las autoridades, particularmente de la Policía, en estos círculos de extorsión”.
Necesidad
La operatividad de estos grupos y la amenaza de que haya migración de un país a otro incrementa la necesidad de la creación de la fuerza trinacional.
Según Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la futura firma del convenio entre los tres países es de mucha importancia debido a que el delito de la violencia se ha vuelto transnacional.
Por lo que una estrategia que se desarrolle en Honduras puede tener repercusiones en el Triángulo Norte.
“Si se implementa una verdadera estrategia en materia de seguridad entre los tres países, sin duda que va a dar buenos resultados y bajará los niveles de inseguridad en la región y eso es lo que todos queremos”, enfatizó Ayestas.
Para ello, “los cuerpos policiales y las fiscalías de cada uno de los países también deben unir esfuerzos en lo legal hasta las investigaciones para hacerle frente a la criminalidad, porque los delitos transnacionales solo se pueden combatir con estrategias conjuntas entre los países”.
Por su parte, la vicepresidenta del Congreso Nacional, Gladis Aurora López, dijo que la fuerza es necesaria porque ya hay actos de violencia que se registran en los departamentos fronterizos.