Comayagua, Honduras
El inicio de la temporada lluviosa lejos de ser un aliciente para aumentar el suministro de agua potable en la ciudad de Comayagua se ha convertido en un obstáculo que se traduce en una escasez del vital líquido.
Esta contradicción se debe a la vulnerabilidad que azota las principales fuentes de agua de las localidades La Majada y El Matasano.
Y es que con las primeras tormentas de esta semana ya se registraron los primeros daños en las microcuencas de La Majada y El Matasano.
Los deslaves en las áreas montañosas donde se ubican las fuentes del vital líquido generaron una obstrucción de las líneas de distribución y daños en las obras de captación. Como resultado, el suministro fue suspendido de manera temporal en los 37 barrios y colonias que se abastecen de esas fuentes.
Según las autoridades de la SAC, durante los meses de mayo y junio la interrupciones en el servicio serán frecuentes debido al aumento de la turbiedad del agua y contaminación, lo que retrasa el proceso de potabilización.
En total, unos 9,800 abonados serán afectados con la reducción de al menos un cinco por ciento de la producción de agua potable en la red local.
Los técnicos de la SAC estiman que se producen 910,390 metros cúbicos de agua al mes y cuando interrumpen el suministro por dos días dejan de dotar 43,200 metros cúbicos.
Entre los sectores que recibirán el servicio de manera irregular están los barrios Santa Lucía, Cabañas, Inva, Lourdes, San Sebastián, San Blas y parte de la Independencia. Asimismo, las colonias Primero de Mayo, Los Jazmines 1, Piedras, Bonitas Norte, Nueva Esperanza, Nueva Comayagua, entre otras.
Las interrupciones podrían presentarse por horas y, si los daños se agudizan, hasta por días, por lo cual se emitirán comunicados para anunciar a los abonados sobre cualquier problema en el sistema. Para los 6,400 abonados que se abastecen de la fuente de El Borbollón las noticias son más alentadoras, pues esta fuente es menos vulnerable.
Elton Fajardo, gerente de la SAC, explicó que el único problema en esta fuente que abastece al 40 por ciento de los comayagüenses es el aumento de turbiedad, el cual es controlado después de varias horas de tratamiento.
Estimaciones
El titular de la SAC estimó que las interrupciones del servicio de agua por lo general duran entre uno a dos días, ya que depende de la gravedad de los daños en la obra de captación y líneas de conducción.
“Por la vulnerabilidad que tienen los suelos de la zona de producción de Comayagua, hay derrumbes; esto, sumado a la deforestación, contamina los ríos con tierra y la turbiedad se vuelve tan alta en el agua que es intratable”, explicó Fajardo.
Para no quedarse sin el vital líquido muchos pobladores se preparan con recipientes de almacenaje.
“Cuando llueve, el agua viene lodosa y quitan el servicio por varias horas, por eso cuando llueve llenamos la casa de barriles”, dijo Lourdes Cárcamo, habitante de la colonia Lomas del Río.