TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los niveles de violencia y de confrontación convierten a Honduras en un país en “guerra”, advirtió este lunes el secretario de la Presidencia del gobierno hondureño, Rodolfo Pastor, en la ONU.
“No es una guerra convencional, no es abiertamente una guerra civil como tal”, precisó pero desde “las mujeres a los jóvenes están sometidos a unos niveles de violencia, ante los cuales tenemos que actuar con un sentido de absoluta urgencia”, dijo ante la Comisión para la Construcción de la Paz de la ONU en Nueva York.
Pastor presentó un panorama sombrío del país que se deterioró, según él, desde el golpe institucional de 2009 contra el entonces mandatario Manuel Zelaya, esposo de la actual presidenta Xiomara Castro.
Con un 70% de la población por debajo de la línea de pobreza -de ellos, el 50% en la pobreza extrema- Honduras, es uno de los países más desiguales pues “no tiene acceso cotidiano a servicios públicos fundamentales, ni acceso ni garantía de sus derechos humanos esenciales”, dijo.
En un país castigado por potentes huracanes y tormentas, unos 12,000 centros escolares están dañados o destruidos y no se ha construido un hospital público en 30 años, dijo Pastor.
Tras arremeter contra la deuda pública -más de 20,000 millones de dólares (el 50% del PIB)- dijo que el país está “atrapado en la trampa de la deuda” y consideró necesario revisar el sistema tributario.
A ello, añadió, se suma la corrupción y la impunidad, y el crimen organizado “que es un poder fáctico” que sumen al país en una crisis que expulsa cada día a “1,000” jóvenes. “Se fuga el futuro”, advirtió.
“Para ello es fundamental la colaboración de ustedes con Honduras”, imploró a los diplomáticos presentes en la reunión de países como Alemania, China, Reino Unido, Dinamarca, Costa Rica, Ecuador o República Dominicana.
El gobierno de la izquierdista Xiomara Castro firmó en diciembre del pasado año un acuerdo con la ONU para establecer una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (CICIH) para luchar contra esas lacras que todavía debe echar a andar.