Honduras

Honduras: No habrá niños aplazados en el nivel primario durante 2014

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26.11.2014

Tegucigalpa, Honduras

Contrario a lo que se podría creer, el fin del año lectivo 2014, que cierra con más de 200 días de clases en Honduras, deja muchas dudas sobre las determinaciones que implicaron cambios sustanciales en los mecanismos de evaluación estudiantil.

Por primera vez en Honduras se registran importantes y hasta increíbles estadísticas que revelan disminuciones sustanciales en los índices de deserción y repitencia en el primer y segundo ciclo educativo, es decir, de primero a sexto grado.

Esto ha sido posible por el cambio que impulsó el ministro de Educación, Marlon Escoto, desde el 2013.

Toda esta constelación de disposiciones educativas, incluso, allana el camino para que en el nivel primario no haya estudiantes aplazados o que los porcentajes sean significativamente bajos.

Para muchos sectores, entre ellos docentes, padres de familia, dirigencia magisterial y representantes del sector privado de Honduras, estas mejoras en las estadísticas se han logrado pagando “un alto costo”.

Muchos han puesto en entredicho que, a pesar de que se ha alcanzado cierta estabilidad en el sistema educativo al cumplir dos años consecutivos con 200 días de clases, la calidad educativa ha sido la gran sacrificada en este proceso.

Hubo cinco recuperaciones

A final del año anterior, la Secretaría de Educación de Honduras determinó cambiar el sistema de recuperaciones.

En ese entonces se eliminaron las dos recuperaciones que se aplicaban una vez finalizadas las clases (la primera se realizaba en noviembre y la segunda en enero).

Se definió que para sustituir estas dos recuperaciones se aplicaría, en 2014, el programa de evaluación formativa y continua, que consistió en realizar reforzamientos y una recuperación después de cada examen parcial. En secundaria hay cuatro parciales y, por tanto, hubo cuatro recuperaciones en 2014.

Pero en julio pasado, la Secretaría de Educación definió que las dos recuperaciones al final del año se volverían a aplicar, por esta única vez.

Al parecer esa determinación se adoptó luego que se identificaran que persistían los altos índices de reprobación.

Con esto, opinó Nelson Cálix, director del Instituto Técnico Honduras (ITH), “la educación tiene como prioridad cumplir con cifras, con estadísticas, y se han olvidado de la calidad, de la verdadera calidad educativa”.

Examen se redujo al 30%

Otra de las determinaciones que se adoptó con el nuevo mecanismo de evaluación continua fue la de disminuir el valor máximo de puntos que un docente debía otorgar en los exámenes teóricos.

Educación ordenó que los exámenes teóricos debían tener un valor máximo de 30 por ciento, pero a cambio el alumno debía aprobar las clases con 70 por ciento y no con 60 por ciento, como ocurría hasta 2013.

Carlos Sabillón, presidente de las instituciones educativas bilingües y privadas de Honduras, cuestionó que se obligó a otorgar puntos por presentación, participación y por otras labores que el estudiante debe cumplir sin mucho esfuerzo.

Sabillón lamentó que lo que se buscaba era “regalar el año” escolar a los estudiantes, poniendo en precario la calidad educativa incluso del sistema privado.

Los alumnos dejaron de estudiar porque sabían que con la nota acumulativa ya solo debían obtener cinco o diez puntos para pasar la clase, lamentó.

Andrés Martínez, presidente de la Organización Hondureña de Padres de Familia, dijo que “solo estamos maquilando profesionales, no es posible que se hayan girado directrices a los centros educativos para que no se reprueben alumnos, hoy por hoy se les están dando cantidad de oportunidades para que puedan aprobar su año lectivo”.

Y es que para la dirigencia magisterial, y lo confirma Martínez, Educación aparentemente emitió oficios girados a los directores de centros educativos para no aplazar a los estudiantes.

“En ese sentido es preocupante porque todos estos jóvenes van ir a dar de cabeza a los trabajos y a otros centros educativos”, lamentó Martínez.

Bajan índices de repitencia

EL HERALDO solicitó a la Secretaría de Educación de Honduras las cifras actualizadas de repitencia y deserción que se registraron durante este año para compararlas con las de años anteriores.

La Dirección de Calidad Educativa de Educación informó que “en 2012, la repetición de año alcanzó un 3.5%. La tasa más alta se dio en Gracias a Dios, Lempira y Yoro. De 80 mil alumnos repitentes que se daba antes del 2012 se ha logrado reducir en el 2014 a menos de 15 mil, que serían los repitentes en 2015”.

Detalló, además, que el primer grado mostraba hasta un 12% de repetición en el 2012 y ahora en el 2014 hay menos del 2% repitiendo año y para el 2015 habrá menos del 1% de repitentes en primer grado.

Antes del 2012 se alcanzaba una reprobación general (de primero a sexto grado) de un 7%. En el 2013 bajó a menos del 3.5% y se espera que en el 2014 haya menos del 1.5% debido a que los programas de nivelación (una recuperación por parcial) y el programa Todos Podemos Avanzar (TPA) están contribuyendo a que este número sea menor, dijo la Dirección de Calidad Educativa.

El TPA es otro programa que se definió en junio pasado e iba orientado a atender a los niños que migraron hacia Estados Unidos.

Este proyecto, que es temporal y finaliza en enero próximo, también abrió las puertas a todos los alumnos que durante el primer semestre se retiraron de las aulas de clases o que tenían muchas clases reprobadas y que era casi seguro que iban a desertar de los centros educativos.

En total se atendieron diez mil alumnos, según los datos oficiales, y la meta es que todos ellos sean promovidos al siguiente grado académico.

Hablando de deserción, Educación detalló además que en el año 2012 ese renglón alcanzó un 3%, es decir, más de 60 mil alumnos desertores. En el 2013 esta tasa bajó a un 2% y en el 2014 cerrará con menos del 0.8%.

Hay que recordar que la Secretaría de Educación de Honduras también definió, desde 2013, que los niños de primer grado no debían ser reprobados siempre y cuando asistieran al aula de clases al menos un 80 por ciento del año lectivo.

En primer grado, tal y como ya lo han confirmado las autoridades educativas, era el grado con el mayor número de repitentes, que en 2012 alcanzó cerca de 25 mil niños.

Este año se cerró con tres mil desertores (y repitentes porque no cumplieron con el 80% de clases), debido a esa medida de no aplazarlos.

De esta forma, el país se perfila para alcanzar algunas de las metas que Honduras se comprometió a cumplir, tanto nacional como internacionalmente, en el tema educativo.

Sin embargo, para muchos a un alto costo.

Principales metas EFA

Uno de los objetivos que más interesa a Honduras son las metas del programa Educación para Todos (EFA, por sus siglas en inglés), que en 2015 cumplen plazo fatal para alcanzarse.

Aunque las autoridades educativas reconocen que no todas se podrán alcanzar, para muchos es evidente que hay un interés particular de lograr la mayoría de ellas para acceder a créditos internacionales.

Roberto Tróchez, vicepresidente del Colprosumah, denunció que “las estadísticas son importantes, con eso justifican a los países amigos el gasto de recursos que la cooperación ha dispuesto en los últimos años”.

Entre las principales metas destacan: graduar de sexto grado a la población de 12 años, graduar de sexto grado a la población con edades múltiples, incrementar el rendimiento académico de los alumnos del sexto grado en las asignaturas de matemáticas y español, y universalizar el primer año de educación prebásica obligatorio.

A nivel de país también hay compromisos adquiridos en programas como los Objetivos del Desarrollo del Milenio y a nivel interno destacan las proyecciones del Plan de Nación 2038, la mayoría de ellas están vinculadas a las metas EFA.