Los obreros apoyarán la lucha magisterial para presionar al gobierno a cesar una presunta campaña de persecución contra los docentes.
Al menos así lo aseguró el secretario general del Primer Colegio Profesional de Maestros de Honduras (Pricphma), Rufino Murillo, que adelantó que la lucha apenas comienza.
Para el miércoles a las 2:00 PM se ha convocado a una actividad de protesta en el parque El Obelisco, donde estarán participando las centrales obreras y los sindicatos para pedir un cese a la 'represión' contra el gremio magisterial, dijo.
El dirigente aclaró que no se suspenderán las clases, ya que los profesores que participarán en este movimiento son los que asisten a sus centros educativos en la jornada de la mañana.
No hay voluntad
El dirigente cuestionó que no hay voluntad política para resolver esta crisis y por el contrario, el gobierno ha pretendido hacer creer a la población en general que los únicos causantes de la problemática son los dirigentes magisteriales.
“Pero nosotros no somos los responsables, si el gobierno cumpliera con sus obligaciones pactadas en la ley, nosotros como dirigencia no tuviéramos razones para estar en las calles”, defendió el docente.
En ese sentido advirtió al gobierno de Porfirio Lobo Sosa y sobre todo al ministro de Educación, Marlon Escoto, que “la lucha sigue, que esta semana ha sido denominada la semana de las reivindicaciones y que ellos nunca estarán de rodillas ante un gobierno tirano”.
Niños fuera de la ecuación
El presidente Porfirio Lobo pidió a los miembros de la dirigencia magisterial que “saquen de la ecuación” a los niños y niñas
para evitar que sigan sufriendo las consecuencias de los paros y huelgas.
Durante este año el sistema educativo público ha perdido unos 15 días de clases, en promedio.
Lobo reiteró que nadie prohíbe las huelgas y protestas de los docentes, pues sostuvo que son un derecho que está contemplado en la Constitución.
Sin embargo llamó al magisterio a dejar de interrumpir las clases de los niños y jóvenes por la negligencia del gobierno.
Durante los últimos cuatro años no se ha logrado cumplir con los 200 días de clases.
“Nadie prohíbe las acciones, yo debo señalarle que tenemos como 55 o 60 mil maestros, un 10 por ciento de ellos quizás menos son los que de alguna manera insisten en seguir castigando a los niños”, lamentó Lobo Sosa.
“Si el gobierno no cumple no es culpa de los niños, entonces es injusto que vengamos nosotros y castiguemos a las niñas y los niños, en todo caso sería al gobierno, por eso digo que saquemos a los niños de la ecuación”.
Lobo se preguntó “¿por qué hacer una protesta el día viernes si se puede realizar día sábado? La diferencia es que el viernes los niños son castigados, les niegan a los niños el derecho a recibir su educación y el sábado no hay ningún problema, pero el gobierno sí recibe el mensaje”.
El gobierno aprobó esta semana un acuerdo en el que contempla sanciones administrativas y penales para quienes se tomen los centros educativos, lo que generó el enojo inmediato de la dirigencia magisterial.
Las demandas de los profesores al gobierno
Los maestros tienen en lista una docena de puntos que exigen al gobierno, razón por la que durante este año se han perdido más de 15 días de clases.
Uno de ellos es la derogación de la Ley del Inprema, al igual que la Ley Fundamental de Educación.
También exigen terminar los juicios políticos contra algunos líderes magisteriales acusados de desidia.
Además demandan que se cancele la deuda de 141 millones de lempiras que se tienen con cinco mil maestros en todo el país, por concepto de salarios atrasados.
Solicitan además que no se les deduzcan los días no trabajados durante el mes de agosto, cuando Educación realizó auditorías en los centros educativos.