Tegucigalpa, Honduras
Su misión será vigilar y recorrer las zonas donde hasta ahora los elementos de las Fuerzas Armadas no han podido ingresar y muchas de ellas se encuentran bajo el poderío del narcotráfico.
Se trata del buque de apoyo logístico y cabotaje comprado por el Estado de Honduras a Colombia y que será entregado en el mes de septiembre de 2017.
De acuerdo con los informes obtenidos por EL HERALDO, tiene un costo de 13.5 millones de dólares (12.5 el valor del buque y un millón por el paquete de mantenimiento), es decir, 310 millones 500,000 lempiras, pago que se hará en cuatro cuotas.
Además, cubre los costos de capacitación y entrenamiento del personal de la Fuerza Naval para el manejo y mantenimiento de la nueva herramienta para combatir el narcotráfico, que también será usada para la distribución de ayudas humanitarias en casos de desastres naturales.
El buque
Entre las características del buque se encuentran la capacidad para navegar durante 40 días consecutivos llevando 15 personas a bordo, podrá transportar 210 toneladas en la cubierta de carga.
El buque contará con tanques para almacenar 11,000 galones de combustible para descargarlos de manera directa en las lanchas, así como 5,000 galones de combustible para avión.
Dispone de una planta desalinadora que producirá 2,000 galones de agua dulce al día para uso y consumo de la tripulación.
También estará dotado de cuatro generadores de energía: dos que serán permanentes, otro estará en la proa para casos de emergencia y uno extra para usarlo cuando la situación lo amerite.
Asimismo su sistema de navegación será fluvial, es decir que no lleva hélices sino bombas de propulsión o turbinas de agua.
Según las autoridades, con este sistema de navegación se reduce en un gran porcentaje el riesgo de sufrir alguna avería por encallamiento y se le puede dar mantenimiento estando a flote.
“Cuando se tiene el sistema de hélices, se tiene que sacar del mar para poder repararlo y con las bombas de propulsión no hay necesidad de hacerlo y esto es una gran ventaja para las personas que serán capacitadas para darle mantenimiento al buque”, reveló una fuente ligada a la Fuerza Naval.
Será una gran herramienta para seguir en las tareas del combate al narcotráfico y reducir el trasiego de droga por el territorio nacional, especialmente en altamar, que es por donde antes ingresaba la mayor parte de los cargamentos de droga proveniente de América del Sur, agregó.
Actualmente la Fuerza Naval cuenta con dos buques bautizados como Patrullera Lempira y la Morazán, las cuales recorren el los océanos Pacífico y Atlántico del mar territorial. Cuenta con las patrulleras Tegucigalpa, Chamelecón y Choluteca, las cuales fueron reparadas en el 2015 y ese mismo año reanudaron sus labores antidrogas en la zona sur y norte del país.
Estas embarcaciones militares han reforzado el Escudo Tterrestre-aéreo-naval, creando una especie de bloqueo en aguas hondureñas para el ingreso de embarcaciones que trafican droga, dinero y personas.
Debido a los patrullajes marítimos, en lo que va del año a Honduras han ingresado al menos 102 kilos de cocaína, los cuales han sido incautados por los elementos de la Fuerza Naval y se han incautado también las embarcaciones que transportaban la droga y detenido a los traficantes.
Actualmente a nivel de Centroamérica Honduras ocupa el quinto lugar en recepción de droga, cuando hace unos años ocupaba el primer lugar tanto en el trasiego de droga vía marítima como aérea.
Por ahora, el reto que enfrentan las Fuerzas Armadas es reducir el ingreso de droga vía terrestre, ya que se han decomisado varios cargamentos ocultos en furgones o camiones.
Defender la soberanía
La firma del contrato entre Honduras y Cuba se realizó el pasado 22 de noviembre en Casa Presidencial.
El presidente Juan Orlando Hernández declaró que el buque formará parte de la flota de la Fuerza Naval con el propósito de defender la soberanía, combatir el narcotráfico en los espacios marítimos y prestar servicio logístico en caso de emergencia y desastres naturales.
Sostuvo que las Fuerzas Armadas cuentan “con capacidades que antes no tenían, pero este (el buque) es una de las más importantes”. El mandatario comentó que el problema del narcotráfico ha afectado riquezas naturales del país y que la presencia del Estado es necesaria y con la nueva capacidad logística se podrá llegar a esas zonas.
“La repotenciación de las Fuerzas Armadas con el acompañamiento de gobiernos como Israel y Colombia permitirá ejercer las tareas de seguridad de una mejor forma”, afirmó.
Por su parte el ministro de Defensa, Samuel Reyes, agregó que con el buque “vamos a tener la capacidad de llegar a aquellas regiones aisladas donde hemos tratado de tener la participación de todas nuestras tropas, pero con enormes dificultades; con este buque vamos a poder llegar con mayor facilidad, mayor frecuencia para tener un mayor control de nuestro territorio”, comentó.
La fabricación
La construcción del buque comprado por Honduras estará cargo de la empresa colombiana Corporación de Ciencia y Tecnología Marítima (Cotecmar). Esta empresa se especializa en la construcción de plataformas navales personalizadas a la necesidad del cliente, así como en la reparación y mantenimiento de los mismos.
El astillero con sede en Cartagena de Indias trabajará en la construcción del buque durante diez meses, siendo la fecha de entrega septiembre de 2017. Se conoció que las conversaciones de negociación entre ambos países comenzó en el mes de marzo de 2016 y se concretaron el 22 de noviembre con la firma del contrato.
En el contrato no se establece cuánto personal de la Fuerza Naval será capacitado en el manejo y mantenimiento del buque, el cual también consta de consolas y radares digitales, cocina y camarotes, entre otras cosas.
Las autoridades hondureñas no han informado a qué sector será asignado al nuevo buque para los patrullajes, lo que sí solicitó el mandatario fue la especialización de al menos tres oficiales en ingeniería marítima para que puedan maniobrar la embarcación militar.
Por ahora solo un oficial de la Fuerza Naval se encuentra en Colombia recibiendo una maestría en ingeniería marítima.