Una humilde familia hondureña de Tegucigalpa vive en la zozobra y agobiada por la situación de una jovencita del hogar que, según cuentan, ‘‘está poseída por el diablo’’.
El episodio ocurre en la colonia Los Pinos con Brenda Ramos, una menor de 15 años que protagoniza unos terroríficos movimientos y gestos.
''Brenda grita, muerde, lucha, se arropa de pie a cabeza, se golpea contra el suelo y cuidado si alguien intenta detenerla porque sus misteriosas crisis aparentemente de ira, se ponen peores'', dicen vecinos de la familia.
Los misteriosos y escalofriantes ataques de la joven se vuelven más críticos cuando se acercan pastores para tratar de ‘‘expulsar al demonio’’.
Doña Ramos, la abuela de Brenda, confiesa que la situación de la joven es tan seria que ellos no duermen por estar pendiente de que la muchacha no se haga daño y hasta cuenta que su nieta ha amenazado con quitarse la vida.
''Mamita, yo quisiera matarme, agarrar un puñal y matarme. Quiero irme con mi tío que murió'', dijo la nieta a su afligida abuela, una vez antes de sufrir un desequilibrio.
Los preocupados familiares de la muchacha en un intento por salvar su vida piden ayuda a las autoridades.
''Nosotros estamos sorprendidos, no sabemos qué le pasa a mi hija, pedimos ayuda'', dice el agobiado padre de Brenda, quien hizo un llamado de auxilio al ministerio de Salud y a un pastor o un sacerdote que pueda ayudar a su hija.