La resistencia adquirida por el Aedes aegypti
ha permitido la creación de un “superzancudo” que es presuntamente el que ataca actualmente a la población hondureña.
El pasado miércoles, las autoridades de la junta interventora de la Secretaría de Salud, jefes de Vigilancia de la Salud, del Programa Nacional de Dengue
y representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dieron a conocer la sustitución del abate por el BTI.
La determinación fue adoptada luego de que las autoridades descubrieran mediante estudios de campo que el zancudo Aedes aegypti adquirió resistencia al abate, lo que significa que este químico ya no logra eliminar las larvas.
Ante este panorama, Salud ordenó que durante dos años no se suministrará el abate y se utilizará un producto biológico denominado BTI (Bacillus thuringiensis israeliensis).
“Superzancudo”
Pero, ¿por qué adquirió resistencia este zancudo transmisor del dengue?, le consultó EL HERALDO al biólogo y especialista en enfermedades infecciosas y zoonóticas, David Martínez, quien explicó que se trata de un proceso de inmunización del insecto.
“Gran parte del problema es que durante más de 25 años se han venido utilizando los mismos productos químicos, entonces los mosquitos, así como todo ser vivo son dinámicos en cuanto a adaptarse a las condiciones del ambiente”, manifestó Martínez.
“Ellos buscan sobrevivir y hay mecanismos naturales en el mosquito que hacen posible que se adapte a esos productos tóxicos y sobreviva aún cuando estos sean muy eficaces”, explicó el especialista.
Martínez señaló que esta reacción del zancudo pudo haber sido producida por varios factores.
“Se ha usado por demasiado tiempo lo mismo, por otro lado probablemente en algún momento se dieron problemas de suministro de los productos, es decir que no se suministran en el tiempo que deberían, problemas de aplicación técnica, todas esas cosas se van sumando”, comentó.
Señaló que no existe un tiempo estipulado para la utilización de un producto químico para el control de insectos, sin embargo, resaltó la importancia de mantener una vigilancia sistemática de la respuesta del mosquito a los productos que se usan para controlar la población.
“En el momento que se detecta que el mosquito está siendo resistente a esos productos y que no está muriendo en la medida que uno quisiera, en ese momento se tienen que tomar medidas alternativas y utilizar otros productos químicos o biológicos”, aseguró.
Además, consideró que la decisión de las autoridades sanitarias ha sido sabia, ya que pasados los dos años de la aplicación del BTI el zancudo podría volverse vulnerable al abate nuevamente.
Sin embargo, explicó que si el objetivo no se logra se tendrá que utilizar un producto más fuerte con el paso de los años.
BTI
Actualmente países como Brasil, Argentina, Colombia, Cuba y otros del caribe han obtenido buenos resultados con la utilización de este producto biológico.
Según la doctora Narda Maradiaga, presidenta del Colegio Químico Farmacéutico, este nuevo producto actúa por medio de una bacteria que produce toxinas mortales para la larva del zancudo.
“Este BTI es una bacteria gram positiva que habita en el suelo y que se utiliza como una alternativa biológica a los pesticidas, es eficaz y mata la larva, pero también mata mosquitos, moscas o jejenes”, señaló la especialista.
“Produce una toxina que se llama endotoxina y cuando la ingieren las larvas es fatal y también tienen esporas que matan la larva”, detalló.
Maradiaga aseguró que la población hondureña debe estar tranquila ante la aplicación del nuevo producto ya que este no representa riesgos para la salud.
“Es inocuo para el humano, para los mamíferos también es inocuo, no hay ningún problema, es tóxico solo para el zancudo, para su larva específicamente”, dijo.
Sin embargo, señaló que para la aplicación del químico es necesario tomar las medidas de precaución comunes, como la utilización de mascarillas y guantes para evitar algunos efectos secundarios que pueda provocar el contacto a la inhalación.
Además, informó que este insecticida biológico ha sido utilizada también en el control de insectos que afectan cultivos agrícolas.