TEGUCIGALPA, HONDURAS
El proyecto por medio del cual se emitirá una nueva tarjeta de identidad deberá comenzar por tarde en septiembre de este año para poder cumplir con los plazos fatales de la depuración del censo nacional electoral, de lo contrario se correrá el riesgo de acudir a un nuevo torneo cívico con un padrón con los mismos vicios del pasado.
La advertencia la hizo el lunes el subdirector técnico del Registro Nacional de las Personas (RNP), Gerardo Martínez, quien le dio la bienvenida a la comisión interventora que eventualmante nombrará el Congreso Nacional para impulsar este proyecto.
Si el plan de identificación de más de ocho millones de hondureños no arranca dentro de dos meses, podrían quedar dentro del censo los miles de muertos y los hondureños (un millón aproximadamente) que viven en el extranjero, que en su gran mayoría no ejercen el sufragio.
“Sabemos que hay difuntos que siguen en el censo nacional electoral, sabemos que hay un millón de hondureños en el extranjero y que siguen en el censo”, afirmó Martínez.
El proyecto de identificación, desde el punto de vista electoral, contempla tres fechas de inicio: marzo, julio y septiembre de este año, pues seis meses antes de las elecciones primarias la nueva tarjeta de identidad deberá estar en manos de los usuarios, adultos y niños.
Vea: En tres etapas el Congreso Nacional pondrá en marcha la nueva tarjeta de identidad
2.4 millonesde niños serán identificados, según el plan que presentó al Congreso Nacional el RNP. |
“Tenemos fechas fatales, nosotros hicimos un proyecto basado en estas fechas para lograr tener un censo nacional electoral depurado”, añadió el subdirector del RNP.
Martínez dijo que para el actual directorio que rectora la política registral no hay ningún problema que otras personas coordinen el proyecto de tarjeta de identidad, lo importante es que arranque pronto para cumplir con las metas relacionadas con las votaciones primarias y generales.
El plan de identificación busca emitir 6.1 millones de tarjetas de identidad para adultos y 2.4 millones para niños entre los cinco y 18 años de edad.
El proyecto tiene un costo de 50 millones de dólares (1,200 millones de lempiras), de los cuales la Unión Europea (UE) aportará un poco más de la mitad.