NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.- El juez Kevin Castel aceptó en las últimas horas la declaración de culpabilidad del exoficial de la Policía Nacional, Mauricio Hernández Pineda.
“El consentimiento del acusado Mauricio Hernández Pineda, su alegato de culpabilidad fue llevado ante un juez magistrado de Estados Unidos el 2 de febrero de 2024; por cuanto, se hizo una transcripción de la alocución y posteriormente se transmitió al Tribunal de Distrito; y considerando que, tras revisar esa transcripción, este Tribunal ha determinado que el acusado se declaró culpable a sabiendas y voluntariamente y que había una base fáctica para la declaración de culpabilidad; se ordena que se acepte la declaración de culpabilidad del demandado”, señala el fallo emitido por Castel.
Hernández Pineda se declaró culpable de narcotráfico ante el juez de primera instancia Robert W. Lehrburger.
La audiencia sentencia contra el expolicía fue programada para el 2 de mayo de 2024 a las 10:00 de la mañana.
El martes también fue aceptada la declaración de culpabilidad del exdirector de la Policía Nacional, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla.
Los dos exoficiales figuran en la misma conspiración de tráfico de drogas en la que fue incluido el expresidente Juan Orlando Hernández, cuyo juicio esta previsto para el lunes 12 de febrero.
Negociaciones
El exoficial de la Policía Nacional, Mauricio Hernández Pineda, primo del expresidente Hernández y su hermano Tony, negociaba con las autoridades estadounidenses desde 2020. Pineda se entregó voluntariamente a las autoridades de la DEA en Guatemala.
El acuerdo de Hernández Pineda con la fiscalía de Manhattan contempla que el acusado fue sobreseido definitivamente de los cargos de uso de armas de guerra durante la conspiración, evitando así un castigo severo de cadena perpetua. Su condena oscilará entre los 15 y 20 años de prisión.
Tras la negociación entre el acusado y la Fiscalía queda en evidencia que participó y apoyó las actividades de narcotráfico del exdiputado Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado.
Además que brindó seguridad armada, incluidos individuos que portaban ametralladoras, para envíos de cocaína de varias toneladas enviados a través de Honduras, y proporcionó a sus cómplices información confidencial de las fuerzas del orden sobre operaciones planeadas para que pudieran evadir la detección mientras transportaban cocaína a través de Honduras.
A cambio, el alto exoficial de la Policía Nacional recibió cientos de miles de dólares en ganancias del narcotráfico.